EXPANDIENDO LA CONSCIENCIA


EXPANDIENDO LA CONSCIENCIA

FLUYENDO EN EL SER… TU MENTE NO TE LLEVARÁ JAMÁS A LA VERDAD DE QUIEN ERES, DEJA QUE LA LUZ DE TU CORAZÓN TE MUESTRE AL SER Y REGRESA AL HOGAR, SERÁS LIBRE

martes, 28 de abril de 2015

APRENDE A ACEPTAR TUS EMOCIONES




“La sabiduría es el arte de aceptar aquello que no puede ser cambiado, de cambiar aquello que puede ser cambiado y, sobre todo, de conocer la diferencia.”



“Preocuparse por algo así es una tontería”. “No merece la pena”. “No tienes motivos para estar triste”. “Anda, deja de llorar”. “Tienes que superarlo”. ¿Cuántas veces hemos escuchado frases así, dichas con la mejor de las intenciones?

Nos han dado esos consejos y nosotros los hemos dado también. Parecen buenos y sensatos. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando intentamos aplicarlos? No funcionan, no logramos encontrar la fórmula mágica.

Por desgracia, nuestras emociones no siguen órdenes ni cumplen nuestra voluntad. No basta con querer cambiar lo que sentimos. Los sentimientos están ahí y no cambian fácilmente.
Además, es muy posible que nos sintamos frustrados. Sentirse bien se convierte en una obligación, y al no poder cumplirla, acabamos peor de lo que empezamos: nos sentimos torpes, culpables, creemos que cualquiera puede manejar sus emociones menos nosotros.
Es evidente que de ese modo se crea un círculo vicioso que cada vez nos hunde más en la negatividad. Cuanto mayor es la obligación de estar bien y no dar importancia a las cosas, más grande se hace el problema en nuestra mente y peor nos encontramos.

 

Sal del círculo


Una cita que a menudo se atribuye a Einstein,  aunque no se sabe si realmente la pronunció es: Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo. Pertenezca o no al genio científico, lo cierto es que es una frase muy inteligente.

¿Cómo se sale de un círculo vicioso? Dando un paso diferente. En este caso, podríamos preguntarnos qué pasaría si cambiáramos las frases y consejos que hemos visto al principio.  De hecho, este planteamiento se ha puesto en práctica desde las terapias de tercera generación, como el Mindfulness o la Aceptación y Compromiso.

 

Observa y acepta 

 

 
 

En lugar de luchar contra las emociones negativas, probemos a aceptarlas. Eso no implica resignarse a que nunca cambiarán, sino más bien darnos permiso para sentirlas. Sí, estoy triste, sí, esto es importante para mí y me preocupa.

Observarnos con la mente abierta, sin juzgarnos, porque los juicios siempre terminan por declararnos culpables. Sin esforzarnos en una lucha continua, porque luchar nos agota y nos deja a la deriva.

 

Tus emociones son válidas 


No hay emociones buenas ni malas, todas forman parte de lo mismo, todas nos hacen humanos.  Y es humano tener altibajos y cambios emocionales, esa es la corriente de la vida y ya sabemos la inutilidad de nadar contracorriente.

Considera válidas a todas tus emociones, siéntelas sin luchar por cambiarlas. Aprenderás a identificarlas, a comprenderlas (las tuyas y las de los demás), a tomarlas en serio. También verás que siguen su propio curso y que terminan pasando, dejándose paso unas a otras de forma continua.

Practica con otros 

 

 
 

La aceptación no sirve solamente para ayudarte a ti. Cuando alguien se sienta mal, prueba  también esta técnica. Ponte en su lugar, acompáñale, siente junto a la otra persona. Empatiza y acepta sus emociones como válidas.

Si te pide consejo, puedes dárselo, pero no juzgues. No le hagas sentir equivocado y torpe. Ofrécete a acompañarle, a hablar si lo necesita o a respetar su silencio. Vive la experiencia emocional y deja que la otra persona la viva.

 

Hazte fuerte 

Recuerda que el dolor es una parte inevitable de la vida. Que las experiencias positivas cobran sentido porque existen las negativas… el contraste es lo que les da el significado. ¿Cómo diríamos que estamos contentos o felices, si jamás hubiésemos estado tristes?

Respeta también tu propio sufrimiento, como has hecho con el de los demás, y no te castigues imponiéndote obligaciones. Tienes derecho a sentirte mal, a llorar, o a darle importancia a las situaciones.

 

No te resignes: el dolor también pasará 

 

 

Por supuesto, aceptar y respetar no implica resignarnos sin hacer nada. Significa darnos el tiempo y el espacio, el momento que necesitamos para que la emoción ocurra. Después y desde un mayor conocimiento de nuestros sentimientos, podremos decidir si hay algo que podamos hacer para mejorar la situación.

Al final el dolor también pasará, las emociones positivas acabarán llegando, y entonces, será aún más importante poner en práctica lo aprendido. Tendremos que atender a lo que sentimos, observarnos y ser conscientes. Y sabremos mejor que nunca lo que es sentirse bien. Porque sentirnos bien y mal, al fin y al cabo, es sentirnos humanos.
Fuente:http://lamenteesmaravillosa.com/aprende-aceptar-tus-emociones/



PERSONAS VÍRICAS QUE CONSUMEN ENERGÍA




Llegan, nos contagian sus emociones negativas y nos dejan sin fuerzas.
Defenderse y protegerse de este tipo de personas es una obligación.
Parar los pies a los víricos victimistas no es abandonarles sino invitarles a tomar las riendas.
Ponga una tormenta en su vida La hora del hemisferio derecho El arte de improvisar

Seguro que usted se ha visto alguna vez en esa situación en la que después de mantener una conversación con un amigo se ha sentido desolado, ha contemplado el mundo con más tristeza y menos entusiasmo que antes de empezar la conversación, o ha pensado: “Madre mía, a este amigo no le pasa nada bueno, siempre tiene una queja”. Y en situaciones extremas, ha escuchado el teléfono, ha visto el nombre de la llamada entrante y ha dejado de atenderlo porque sabe que esa persona, de alguna manera, le va a complicar la vida: le va a contar un nuevo problema o seguirá hablando de su monotema, por lo general con temática “desgracia”. La pregunta que uno se plantea siempre después de pasar un rato con las personas víricas es: “¿Y yo qué necesidad tengo de estar oyendo esto?”.



¿Quiénes son las personas víricas? Aquellas que llegan y le contagian de mal humor, de tristeza, de miedo, de envidia o cualquier otro tipo de emoción negativa que hasta ese momento no se había manifestado en su cuerpo. Es igual que un virus: llega, se expande, le hace sentir mal y cuando se aleja, poco a poco, usted recobra su estado natural y, con suerte, lo olvida.

El origen de la persona vírica puede ser variado: el mal genio, la envidia, la falta de consideración, el egoísmo, la estupidez o la falta de tacto. Lo importante es verse con recursos suficientes para protegerse del contagio. El mundo está lleno de personas víricas de diferentes tipologías, unas menos dañinas y otras malévolas que dejan memoria y cicatriz.

Víricos pasivos. En esta categoría incluyo a los victimistas, los que echan la culpa de todo su mal a los que tienen alrededor, nunca son responsables de lo malo que les ocurre porque son los demás o las circunstancias los que provocan su malestar. Si les escucha y a usted le va bien, llegará a sentirse mala persona por disfrutar de lo que los victimistas no tienen. Y no porque no tengan posibilidad de hacerlo, sino porque han aprendido a obtener la atención a través de la queja y eso es cómodo. Se sienten maltratados por la vida y abandonados de la suerte. Por supuesto, le hacen sentir mal a quien no les presta la atención de la que se creen merecedores. Con estas personas sufrirá el contagio del virus tristeza, frustración y apatía.

“Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien” (Víctor Hugo)

Víricos caraduras. Son los que siempre le pedirán favores, pero a la vez no son capaces de estar atentos a sus necesidades. No mantienen relaciones bidireccionales en las que entreguen tanto como reciben. Tiran de otros sin preguntarles si están bien, si necesitan ayuda, si les viene bien prestársela en ese momento. Son egoístas y egocéntricos, y en el momento en el que se deja de satisfacer sus necesidades comienza la crítica y el chantaje emocional. Con estas personas sufrirá el contagio del virus “siento que abusan de mí”, aprovechamiento y resignación.

Víricos criticones. Viven de vivir la vida de otros porque no les vale con la suya. Su vida es demasiado gris, aburrida o frustrante como para hablar de ella, así que destrozan todo lo que les rodea. No espere palabras de reconocimiento hacia los demás ni que hablen de forma positiva de nadie, porque el que a los demás les vaya bien, les potencia su frustración como personas. No saben competir si no es destruyendo al otro. Arrasan como Atila. Con estas personas sufrirá el contagio del virus desesperanza, vergüenza, incluso culpa si participa en la crítica. Y la culpa luego arrastra al virus del remordimiento.

Víricos con mala idea. Manténgalos bien lejos. Están resentidos con la vida, ya sea porque no han sido capaces de gestionar la suya o porque la suerte no les ha acompañado. Anticipan que las personas son interesadas y no esperan nada bueno de ellas. Todo lo interpretan de forma negativa, a todo el mundo le ven una mala intención. Viven en un constante ataque de ira, como si el mundo les debiera algo. No soportan que otros tengan éxito, esfuerzo y fuerza de voluntad, porque estas actitudes de superación les ningunean todavía más. Con estas personas sufrirá el contagio del virus indefensión, inseguridad, impotencia y ansiedad.

Víricos psicópatas. Para los que no lo sepan, no hace falta ser asesino en serie para ser un psicópata. El psicópata es aquel que inflige dolor a los demás sin sentir la menor culpabilidad, remordimiento y sin pasarlo mal. De estos hay muchos de guante blanco. Son los que humillan, faltan al respeto a propósito, pegan, amenazan y provocan que se sienta ridículo, menospreciado, y se cargan la autoestima. Ante ellos, salga corriendo, porque el que lo hace una vez, repite. Si le permite que le maltrate, usted terminará pensando que ese es el trato que merece. Con estas personas sufrirá el contagio del virus miedo y odio. Muy difícil de erradicar, perdura durante mucho tiempo en su memoria.

Mecanismos de defensa. Para evitar el contagio de los víricos victimistas, lo primero que hay que hacer es pararles. Decirles que estará para ayudarles a tomar decisiones y solucionar problemas, pero no para ser el pañuelo en el que ahogan sus penas sin implicarse. Estas personas se acostumbran a llamar la atención con sus desgracias, pero son incapaces de responsabilizarse y actuar porque optan por el camino fácil: llorar.
 
Dígale que estará encantado de ayudarle siempre y cuando se movilice. Y si no lo hace, decida alejarse de alguien que ha tomado la decisión de ser un parásito toda la vida. No lo está abandonando, le está dando aliento para que actúe. Si decide no tomar las riendas de su vida, ser su paño de lágrimas, tampoco será una ayuda. Se gasta la misma energía quejándose que buscando soluciones. La primera opción consume y resta, y la segunda suma.

“La tristeza del alma puede matarte mucho más rápido que una bacteria” (John. E. Steinbeck)

Ante el virus de pedir, el antivirus de decir no. Si usted no hace prevalecer sus necesidades y prioridades, ellos tampoco lo harán. Una cosa es ser solidario y otra muy distinta estar a disposición de todos y no estar nunca para uno mismo.

No permita que la persona vírica criticona haga juicios de otras personas que no estén presentes. Si lo hace con otros, también lo hará cuando usted no esté presente. No entre en su juego ni se identifique con esa conducta. Dígale que no le gusta hablar de personas que no están presentes. Y si se trata de rumores, dígale que no tiene la certeza de que el rumor sea cierto. Los rumores, la mayoría de las veces, son infundados, falsos o exagerados. Se propagan como el viento, y a pesar de que luego se compruebe que son falsos, el daño ya está hecho. Actúe como le gustaría que lo hicieran, con respeto, discreción y veracidad. Es más importante ser ético que evitar un conflicto con un criticón.

Y por último, no permita que nadie le falte al respeto y mucho menos le maltrate ni psicológica ni físicamente. Como personas, todos merecemos un trato digno. Hágase valer. Pida ayuda, póngase en su sitio, no consienta una segunda oportunidad a quien le ha hecho daño. El que le daña no le quiere; olvídese de justificarle por su pasado, su carácter, su educación, el alcohol o sus problemas. Nada, absolutamente nada, autoriza la falta de respeto y el maltrato físico y psicológico. Y esto es válido en el ámbito familiar, laboral y entre los amigos.


Rodéese de personas de bien, que le quieran y que se lo demuestren, que le hagan feliz, con las que salga con las pilas recargadas. Tenemos la obligación de ser felices y disfrutar. Hay mucha gente dispuesta a ello. No las deje escapar. Las personas estamos para ayudarnos, somos un equipo.
Fuente: Hermandad
http://www.shurya.com/personas-viricas-que-consumen-energia/

miércoles, 22 de abril de 2015

CIENTÍFICOS ADVIERTEN SOBRE VAMPIROS ENERGÉTICOS




Un equipo de investigación biológica de la Universidad de Bielefeld, en Alemania, hizo un descubrimiento revolucionario que muestra que las plantas pueden extraer una fuente alternativa de energía de otras plantas. (Parece que con la fotosíntesis no alcanza). Así lo reveló Nature Communications.
El tema es que este hallazgo también podría tener un impacto importante en el futuro de la bioenergía: la evidencia de que la gente también saca energía de otras personas.

El equipo de investigación biológica del Dr. Olaf Kruse pudo confirmar, por primera vez, que una planta (el alga verde Chlamydomonas reinhartii), no solo usa la fotosíntesis, sino que usa una fuente alternativa de energía: la puede sustraer de otras plantas. Las flores necesitan agua y luz para crecer. Con las personas pasa lo mismo. Nuestros cuerpos son como esponjas, absorbiendo el ambiente.

“Cuando los estudios energéticos se vuelvan más avanzados en los próximos años, vamos a ver que esto se traducirá a los seres humanos también”, dijeron los especialistas.
“El organismo humano es muy parecido a una planta. Toma la energía necesaria para alimentar los estados emocionales y esta esencia puede energizar las células”.

“El campo de la bioenergía está en constante evolución. Los estudios sobre el mundo vegetal y animal pronto podrán traducirse y mostrar lo que los metafísicos de energía han sabido todo el tiempo”, explica la psicología y curadora energética, la Dra. Olivia Bader-Lee, que concluye: “Los humanos pueden curarse entre sí simplemente a través de la transferencia de energía al igual que las plantas“.
 
“Los humanos podemos absorber y sanar a través de otros seres humanos, los animales y cualquier parte de la naturaleza. Por esa razón, estar cerca de la naturaleza a menudo es estimulante y energizante para tanta gente y también es por eso que ciertas personas se pueden sentir incómodas en grupos específicos donde hay una mezcla particular de energía y emociones”, concluyó la especialista y dio CINCO HERRAMIENTAS de energía para limpiar el espacio personal y prevenir el drenaje, al estar en contacto con otros:

Mantenerse centrado. Si uno está centrado espiritualmente (y no ensimismado en su ego) se puede sentir cuando algo se movió en nuestro espacio de energía. Si uno está conectado a la tierra, se pueden liberar fácilmente la energía y las emociones de otras personas intencionalmente. 

Estar en un estado de no-resistencia. Lo que se resiste, queda. Si uno se siente incómodo en torno a una determinada persona o un grupo, no hay que entrar en resistencia como una forma de protegerse a sí mismo. Hay que moverse a un estado de no-resistencia: imaginar que el cuerpo es claro y transparente como el cristal o el agua. De esta manera, la mala energía pasará a través de uno. 

Ser dueño del espacio del aura personal. Cada uno tiene un aura energética que rodea nuestro cuerpo. Si no somos dueños de este espacio personal, somos vulnerables a la energía ajena. Tomar conciencia de los límites del aura propia (alrededor de un brazo de distancia de su cuerpo todo el camino alrededor, arriba y abajo) es una manera de ser dueño del espacio personal.

Darse una limpieza energética. El color dorado tiene una alta vibración que es útil para despejar la energía ajena. Hay que imaginarse una ducha, con la flor dorada, en el límite superior del aura (un poco más arriba que la cabeza) y prenderla, para dejar que la energía limpia y dorada recorra el aura y el cuerpo hasta la tierra.
  
Volver a llamar a la energía propia. Cuando tenemos nuestra energía en nuestro propio espacio, hay menos espacio para la energía de otros. Pero a medida que nos centramos en otras personas y proyectos, a veces esparcimos nuestra energía alrededor. Hay que crear una imagen de un claro sol de oro a varios metros por encima de la cabeza y que sea un imán, para atraer toda la energía y purificarla en la energía de oro. Después bajarlo a través de la parte superior del aura y liberar esa energía de nuevo en el espacio personal.

Comentario: No estamos muy seguros de la veracidad científica de estas cinco herramientas. Consideramos que la mejor forma para mantenerse centrado y conservar nuestra energía es una buena técnica de respiración y relajación. Desde SOTT, sin duda, recomendamos los ejercicios de Éiriú Eolas. (ver al final del artículo)
Es algo muy común. A menudo las personas usan a otras personas para “vampirizar” esa energía que les falta. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que les cuesta tanto “enchufarse” a la fuente, al amor puro e incondicional, a esa “energía divina” por llamarla de alguna manera que estan constantemente buscando esa energía, venga de donde venga. La historia de como el concepto de “energía de curación” pasó de la fase inicial de sospecha y ridículo a la respetabilidad, es una de las más fascinantes y significantes que se pueden contar. Igual que en muchos otros campos de la investigación, lo que era absolutamente cierto hace 20 años, ha cambiado drásticamente. Por ejemplo, en el transcurso de unas décadas, los científicos pasaron de la convicción de que no hubiera algo que se pudiera llamar un campo energético alrededor del cuerpo humano, a la convicción de que este campo existe. 

Además, comprendemos cada vez más el papel de estos campos energéticos en cuanto a la salud y a la enfermedad. La mayoría de la gente no es consciente todavía de estas investigaciones y persisten en su actitud de que no hay una base lógica para la curación energética….

Fuente:http://insercionblog.blogspot.com.es/2015/04/cientificos-advierten-sobre-vampiros.html 


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