SOMOS NIÑOS CON MIEDO VIVIENDO UNA REALIDAD CREADA

 

Somos niños con miedo viviendo esta realidad como si fuera verdadera.

Las personas sentimos ciertos estados emocionales diferentes que nos hacen sufrir. Muchos de ellos provienen de nuestra relación con los demás, lo cual está íntimamente relacionado con la relación que mantenemos con nosotros mismos, y con lo que escuchemos y prestemos atención al niño que vive asustado en nuestro interior.

A veces vemos a los demás como personas que sólo quieren hacernos daño, que no nos comprenden o valoran, que sólo están dispuestos a criticarnos,… y con ello sufrimos enormemente sobre todo si tenemos que mantener con ellos una relación de forma asidua (laboral, familiar,…). Ante estas situaciones nuestra mente ve que todo está mal en ellos o en nosotros y que por eso nuestras relaciones son a veces frustrantes y ya nuestra mente empieza a dominarnos e inventa historias sobre los demás y nosotros que creemos y sufrimos.

En estos momentos por favor, intenta tener una visión más amplia de lo que sucede; intenta ver un poco más allá de lo que tu mente te hace creer y crear y observa y comprende desde el centro del corazón, pues aunque es un proceso lento, tendemos en nuestra propia evolución a que nuestro centro deje de ser la mente para ser nuestro corazón, y desde ahí comunicarnos e integrarnos más con nuestra parte divina que sabe y nos guia como una brújula interior y que hace que nos expandamos en la consciencia del Amor para poder entender, sentir y ver desde ahí.

Siéntate contigo mismo en el silencio… respira profundo y cierra los ojos. Pon las manos en tu pecho y siente los latidos de tu corazón mientras respiras profundamente. Céntrate sólo en tu respiración y siente como el  aire entra en tu cuerpo, pasa a tus pulmones, déjalo ahí unos segundos y exhálalo suavemente: después de unos minutos y cuando estés más calmado y relajado llama a tu niño o niña interior. Puedes hacerlo si quieres en voz alta o en silencio y puedes utilizar tu nombre, pero hazlo desde el corazón. Este aparecerá y podrás verlo, (visualizarlo) quizás esté asustado o incluso enfadado porque se sienta abandonado o solo o bien sienta que no sueles escucharle. Discúlpate con él, dale Amor, abrázale y dile que estás ahí para escucharle ahora y sentirle. Entonces pregúntale qué sucede en él que le hace sentir o ver a los demás como personas que  hacen daño o de los que no se puede fiar, o que le traicionan,… seguramente el niño o la niña te mostrará imágenes o emociones muy profundas dentro de ti que sufriste y que no quedaron resueltas y el niño las guardó, (puede ser miedo al rechazo, sentirse inferior,...)  y siguen vivas en él, lo que le puede provocar miedo o enfado hacia sí mismo o hacia tí mismo y es necesario entonces abrazar a ese niño o niña interior, decirle que lo sientes, que en esos momentos hiciste lo que pudiste para sobrevivir con las circunstancias y herramientas de las que disponías (es muy importante reconocer y sentir que no se es culpable de nada), pero que ahora estás dispuesto a escucharle y quererle. Puede que empiece a expresarse y salgan más emociones guardadas aunque no tengan que ver con estas circunstancias porque sea el momento de darles luz para que sean sanadas y liberadas, porque tu nivel de consciencia permita que estés preparado o preparada para hacerlo ahora.

El proceso de sanación del niño y la niña interior, es un proceso que puede durar toda la vida, pues desde pequeños nos enseñaron a vivir perfectamente en la dualidad, la respirábamos, la jugábamos muy bien y quedamos condicionados por la educación que recibimos, por la cultura, la sociedad, los conceptos morales de lo bueno y lo malo, religiosos,… que hicieron que nuestro niño o niña interior fuese poco a poco asumiendo roles que no eran suyos, adaptándose a lo que le imponían los demás y la sociedad, ahogando al ser maravilloso y divino que somos.

Conforme evolucionamos y nuestra consciencia despierta,salimos del juego dual y ese niño o niña interior empieza a gritar más, pues ahora sabe que es el momento de poder expresarse, que ahora sí podemos ser conscientes de quiénes somos y comenzar a tomar las riendas de nuestra vida hacia esa perfección que seguimos siendo, pero que olvidamos y encerramos por el camino.

Una vez que te hayas reconciliado con tu niño o niña interior por favor mira a los ojos de esas personas… sé que cuando estamos muy dolidos es difícil pero párate el tiempo que necesites para calmarte, aunque sean días, y después mírales. Intenta mirarles y sentirles desde tu corazón. Intenta ver el niño y niña que se oculta también en el interior de ellos… ¿puedes verlo? ¿puedes sentirlo? Porque si puedes hacerlo y sé que puedes, sentirás por ellos una profunda compasión y Amor y también por tí mismo o misma, pues podrás ver también que al igual que tú están asustados, sienten miedo, y a veces todos reaccionamos de forma que podemos ocasionar dolor a otros porque lo hacemos desde ese miedo y dolor que está dentro de nosotros.

Muchas veces la persona que tienes delante siente tanto miedo como tú porque sigue siendo un niño o niña asustados. Si puedes ver esto, puedes ver también la divinidad que hay en estas personas aunque sientas dolor por lo que crees y sientes que te han hecho, pues lo ves de una perspectiva diferente, desde otra consciencia, aunque probablemente encuentres muchas personas que aún en consciencia no puedan sentir esto mismo, pues todo es un proceso evolutivo, un aprendizaje y cada uno necesita su tiempo y eso está bien así. 

Puede que sólo necesitaras aprender esto, que todo está bien y que necesitaras  escuchar a tu niño interior, sanar las emociones guardadas en él o ella y reconocer el de los demás para sanarte, liberarte y evolucionar y que no vuelvan a darse circunstancias similares con esta u otras personas para aprender, pero en ocasiones a pesar de ello, puede que debas apartarte no obstante de determinadas personas y dejarlas ir o mantener una relación más distante; sin embargo, si eres consciente de que realmente no hay nada malo en ello, sino que es cuestión de consciencia, aprendizaje y evolución, y puedes ver la divinidad en el interior de esas personas aunque hayas sufrido emociones de dolor con ellas, no sufrirás más, entenderás que todo conlleva un proceso y que todo está bien en tí y en lo que es.

Quiero además hacer referencia a que cuando puedes mirar a otra persona y ver lo bueno y divino que hay en ella, estás mandando también esa información al Universo y estás permitiendo que esa persona pueda despertar a eso que verdaderamente es, y que lo vea y reconozca en ella misma y pueda también comenzar a verlo y reconocerlo en los demás, por lo que ayudamos así también al reconocimiento de la UNIDAD y DIVINIDAD que hay en todo. Es como una cadena que hace que todos vayamos despertando y Expandiéndonos en Consciencia.

Sé que es difícil muchas veces, sobre todo desde el dolor, pero por favor, intenta ver, escuchar y sentir más desde tu corazón. Escucha tu mente pero sin entrar en ella, hazte amiga de ella no tu enemiga, pues si lo haces así ella te ayudará y colaborará contigo en lo que le pidas, no al revés, tú llevarás las riendas e irás tomando cada vez más consciencia de cuándo es ella quien habla y cuando tu parte divina. Si es la mente sin entrar en ella dile “te pillé, te escucho pero te he pillado” y se callará. Con el tiempo cuando la pilles muchas veces se sentirá incómoda y gruñirá pero con el tiempo se hará tu amiga. Intenta ver entonces a los demás desde tu parte divina, escúchales desde ahí y no desde tu mente; reconoce desde ahí al niño y niña que tienes delante de tí empezando primero por el que está atemorizado dentro de ti. Ámale, no lo juzgues nunca.

 

Cuanto más escuchemos a nuestro niño o niña interior sin juicios, más cerca estaremos de nosotros mismos y de nuestra propia divinidad, pues más sombras podremos ir despejando de nuestro camino para ver y ser más luz. Recuerda que sólo abrazando nuestra oscuridad esta será solo Luz, sólo abrazándola podemos liberarnos y brillar

Todo en tí está Bien…

Angélica

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