La única manera en que podemos seguir caminando,
seguir adelante con nuestras vidas y con
nuestra propia evolución y expresión personal es soltando.
Soltar, sencilla palabra que encierra tanto
significado y liberación absoluta. Muchas veces lo más sencillo esconde la
grandeza de la Verdad y de la felicidad.
Soltar significa aceptar todas las circunstancias
que se presentan en tu vida sin juzgarlas, sabiendo que atienden siempre a un
bien mayor, que aunque en el momento puede que no logres alcanzar la magnitud
del mismo por el dolor, el miedo y el sufrimiento del momento, sabes que no
obstante tiene algún significado importante para tu desarrollo personal y
espiritual y que si ha tenido lugar en ese preciso momento, es porque se ha
dado el momento y las circunstancias apropiadas para que eso sea así, lo que
implica un gran grado de confianza y Amor, y saber que si ahora es el momento
oportuno de que se dé, es porque tu alma está realmente preparada para poder
superarlo y seguir avanzando.
Si esto se hace desde esta consciencia de Amor,
todo el proceso será lo más fluido posible.
Soltar significa saber que en la vida todo es un
continuo aprendizaje, tanto los momentos que nos resultan agradables y
placenteros, como los que nos causan dolor, pues en estos últimos muchas veces
se esconden las más grandes oportunidades para avanzar en nuestro camino, pues
en muchas ocasiones significa revisar nuestros valores, nuestro sendero en la
vida e implica ir hacia dentro de nosotros mismos, revisar lo que nos ocurre y
aprender mucho de nosotros acercándonos a quienes en verdad somos. Implica
mucho recogimiento y encuentro con muchas partes dormidas y olvidadas nuestras,
saber escuchar el silencio interior y esto hace que nos volvamos más despiertos
a la verdad, más espirituales pues buscamos y vamos hacia dentro de nosotros a
buscar las respuestas que desde el exterior ya no nos pueden llegar. Esto crea
una gran transformación interior, sale la mariposa que aguardaba dentro del
capullo, despertando después más a la vida. Implica reconocer este aprendizaje
desde una consciencia amorosa y plena confianza de que fue dado para mejorar
algún aspecto nuestro, para que ganásemos más sabiduría y algún aprendizaje que
era necesario para nuestra alma y aceptarla con gratitud aunque ello haya
supuesto dolor. Significa tener la certeza de que hecho el aprendizaje, esas circunstancias
ya no tendrán más lugar de ser en nuestra vida y podemos liberar de ello a las
persona o personas implicadas en él y
liberarnos también nosotros mismos de ellas y de él, continuando cada uno así
su camino; significa soltar el dolor del aprendizaje y quedarte con la gratitud
de la enseñanza. Esto implica un alto grado de consciencia y Amor.
Soltar implica en confiar que todo está bien en
nuestras vidas y que estamos en el lugar y momento perfecto y correcto. Sólo
tenemos que fluir con los acontecimientos del día a día.
Soltar implica también liberarnos de viejas
creencias de que algo malo ocurre con nosotros, pues somos amados
infinitamente, la Fuente nos ama en profundidad pues no podría hacer otra cosa
ya que somos partes de ella, chispas divinas de él esparcidas por la tierra en
una misión de Amor, y no puede ir en contra del Amor ni de sí mismo. Ello
encierra también el no juicio. Soltar es igual a liberarse de cualquier juicio
hacia nosotros y hacia los demás, porque ello sería como afirmar que Dios mismo
se equivoca y eso no es posible y ya dijimos antes que somos amados profundamente
y que no hay nada malo en nosotros. Lo “bueno y lo malo” son sólo creaciones de
nuestra mente que es imperfecta, pues creamos en razón a las creencias que
aprendemos y adoptamos como propias, lo que aprendemos de la sociedad en que nos
movemos, de las ideas morales creadas por esta que no son sino las impuestas por hombres y mujeres
que no tiene más razón que nosotros, situándonos así en el filo del miedo y
separándonos de nosotros y de la Fuente y de la Verdad, y así nos hundimos, no somos
felices, nos sentimos prisioneros de nuestros propios pensamientos que nos
cuentan mentiras acerca de nosotros y del mundo y nos desesperamos porque
negamos nuestra propia divinidad, nos negamos a nosotros mismos y desde esa
negación el mundo exterior nos parece cruel y que está en contra de nosotros, produce
mucho enfado y nos aleja de la Alegría y de la Paz interior y plena que no es
sino la Paz de Dios. Un Dios que eres tú, que soy yo, que somos nosotros, que
es el Universo, que no pertenece a ninguna religión, pues es lo que ES. Las
estrellas y los planetas mismos no son sino tú.
Cuando enjuiciamos, estamos además diciendo que
nuestra alma se equivoca, que nuestra guía interior se equivoca, que la Fuente
se equivoca, que nosotros somos una equivocación y que la vida no es
aprendizaje sino un error. Te niegas la propia existencia y creas tu propio
infierno personal, ese que te castiga por tus malos actos. Cuando juzgas te
estás rebelando contra tu propia naturaleza y contra tu creador, porque no
admites tu propia divinidad y que nada malo hay en tí, sólo lo olvidaste.
Soltar implica liberarnos de la culpabilidad y del
victimismo, haciéndonos responsables de nuestra vida sin culpar al destino de
lo que acontece en ella o a fuerzas incontrolables, pues con ello perdemos
empoderamiento y agarramos con más fuerza el dolor y nos apartamos de nosotros
y de nuestra libertad. También implica respetar el proceso individual ajeno
dando como apoyo nuestro Amor, comprensión y compasión, pero sin caer en el
dolor ajeno.
Soltar implica no identificarse con nuestros
pensamientos y lo que nuestra mente a veces nos dice debido a las emociones que
nosotros damos a los hechos que han acontecido en nuestra vida. Implica ser
conscientes de la carga emocional que damos a lo que nos acontece y que esa
carga emocional crea pensamientos, basándose en experiencias anteriores, pues
así es como funciona la mente, o buscando fuera situaciones para que nuestra
mente cree espacios para que pensemos que se está reproduciendo circunstancias
similares y que esos pensamientos puedan seguir teniendo vida y recreándose
esas emociones y así mantenernos atados al sufrimiento. Al ego le cuesta mucho
morir, y este es el medio que más emplea tras situaciones traumáticas, y de
dolor, para seguir vivo en el miedo. Para esto hay que soltar viviendo en el
presente y siendo consciente de que esos pensamientos no tienen razón de ser
porque están intentando dar vida a algo que no existe. Es mejor dejarlos ir una
vez que somos conscientes de esto y no alimentarlos para así soltar y
liberarnos.
Una vez más la confianza de que todo está bien en
nosotros y que todo es un aprendizaje y que lo aprendido ya lo liberamos, son
herramientas que nos pueden ayudar en estos casos a soltar.
Soltar implica también no estar siempre
planificando nuestra vida ni intentando controlar todo lo que pasa en ella.
Soltar es dejar ir el ego del control; control de nosotros mismos y de mostrar
quienes somos, soltar ese control y también el de tener miedo a expresar con
nuestro cuerpo, a sentirlo y disfrutar sabiamente de él. Ser honestos con
nosotros mismos implica soltar el control, control de no expresar y decir lo
que sentimos o pensamos porque podemos creer que somos menos valiosos o
importantes que los demás o que si nos expresamos dejarán de ser atentos con
nosotros o dejaremos de sacar provecho de otros aunque sea sin mala intención;
aquí prevalece el miedo a no tener cubierta las necesidades que buscamos que
nos cubran otros, en vez de ser honestos y soltar el miedo.
Siempre que
intentamos controlar, estamos yendo en contra del flujo del Universo y de
nuestra propia vida, naturaleza y evolución y eso hará que no nos movamos, que
nos paremos o entremos en una espiral sin salida, y sólo nos traerá estrés,
depresión, angustia e infelicidad.
Soltar por tanto no es otra cosa que ser
conscientes de quienes somos y actuar conforme a esa Verdad. Significa amarnos
profundamente por quienes somos, ser honestos, perdonarnos a nosotros mismos
por tantas veces como nos negamos, aceptar con gratitud todos los aprendizajes
que llegan a nuestra vida con plena confianza de que nos ayudarán a crecer enormemente,
responsabilizarnos por nuestros actos y de lo que acontece en nuestra vida,
buscar dentro de nosotros las respuestas a lo que es Verdad, no tener miedo de avanzar,
no juzgar, apreciar cada momento e instante y sentirlo y amarlo en su totalidad,
saber que nada malo hay en nosotros, que el Universo guía cada paso que damos y
que nunca perdimos la semilla interior, la chispa que nos une a toda la
creación y al creador y que nunca se perderá, por tanto siempre somos y seremos
divinos y perfectos, que no existe el pecado, sólo hay que despertar y recordar
quienes somos y vivir en consciencia a ello. Esto nos trae felicidad, nos trae
paz plena, nos trae la paz de dios.
(En siguientes entradas iré profundizando algo más
en aspectos tratados en esta)
Es verdad es tiempo de soltar para poder avanzas y ir mas ligero de equipaje y aceptar lo que somos y eso también nos hará mas grande. Un Fuerte ABRAZO
ResponderEliminarAsí es YoSueño!
EliminarUn Fuerte Abrazo también para tí :)
Angélica, hermosa entrada. Vaciar la mochila, hace que el camino sea más ligero. Ojala cada vez seamos más lo que despierten, para liberarnos de las cadenas que nos condenan a repetir una y otra vez las mismas equivocaciones. Son tiempos de cambio, y significa cambiar en todas las áreas de nuestra vida.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Un abrazo.
P.D. Yo también tuve problemas para hacerme seguidora en otros blogs. Te tienes que hacer como siempre, lo único que tienes que dar en otras opciones, y luego, en seguir y luego en listo. Yo lo acabo de hacerlo así para hacerme seguidora tuya
Hola Universo como tú bien dice ojalá cada vez despierten más personas y empiecen a soltar todo el peso de lo viejo, sólo así será posible un cambio real.
EliminarSigo sin poder hacerme seguidora tuya :(, veré si el problema es alguna configuración mía del google, aunque no la encuentro.
Un Abrazo y buen día