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miércoles, 14 de enero de 2015



El pedir perdón o una disculpa, no exime de la toma de responsabilidad de asumir las consecuencias de los propios actos, más bien el empoderamiento que conlleva la responsabilidad de ello, logra el mayor perdón, que es la reconciliación de uno consigo mismo, de encontrar la paz con su propia alma.

Angélica G.


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