En el camino de la espiritualidad, algunas personas
se quedan en lo externo, muy en el exterior, en la fenomenología, en lo que nos
ofrecen los sentidos, ya que aprendimos a “vivir” así, y siguen actuando desde
la mente y esta necesita nutrirse de todo lo externo… se buscan “sensaciones
espirituales”, tener experiencias provenientes de lo que suele llamarse estados alterados de
la consciencia, tener sensaciones agradables más o menos místicas... a veces se
utilizan diferentes técnicas y métodos que supuestamente nos activarán
determinadas cualidades o capacidades que nos llevarán a sentir una mayor “conexión” con el
mundo espiritual y un largo etc… que en la mayoría de las ocasiones todo esto
está relacionado con el mundo de lo esotérico, de la parapsicología y la
fenomenología y no realmente con lo que es el Ser espiritual. Todo esto
pertenece realmente al mundo del ego, de la mente, de la 3D, y que si bien en un
primer momento puede ser el inicio de adentrarse en el mundo real de lo que
realmente es la espiritualidad y ser espiritual, la mayoría se queda en eso, en
el conceptualismo, en las sensaciones,… y esto jamás te hará descubrir al Ser.
Muy pocos se atreven a dar un paso más que es el
de la profunda auto-indagación, el camino hacia la Verdad, hacia el Ser, hacia
el conocimiento del ser divino que somos y que es realmente la espiritualidad. Todo
lo demás se queda en lo externo, en la mente. Incluso sólo el meditar, leer
muchos libros de filosofía espiritual, religiones, auto-ayuda… pueden hacer que
las personas se queden sólo en eso y por sí solos no se te sacarán de la mente…
te pueden llevar como persona, como sujeto, a un tipo de consciencia pero esta
será una consciencia muy limitada.
El ser humano como ser identificado con el
personaje que representa en su tiempo lineal dual limitado, puede sólo llegar a
tener una determinada consciencia que será muy limitada, más conceptual que
otra cosa y podrá desde la mente acceder a un determinado conocimiento y consciencia
pero no a la Verdad. Para ello debe
dejar a un lado todo esto y toda identificación permitiéndose abrirse a la
Verdad.
La mayoría de las personas que se denominan muchas
de ellas así mismo como “espirituales”, he podido observar que se quedan
simplemente en esa consciencia limitada de la mente, es más, ni siquiera ellas
se dan cuenta de esto porque no observan más allá de esa mente con la que
realmente están identificadas, de palabra dicen que saben que no son ese
personaje, pero piensan, hablan y actúan como tal, y es tan grande la
identificación que sólo tienen una consciencia realmente conceptual, y muchas
veces se sienten atacadas cuando algo o alguien les hace plantearse algo más,
porque es una zona de confort cómoda y estable, en la que realmente no se es
feliz pero se siente una cierta pseudo felicidad suficiente como para poder
pasar la vida interpretando ser feliz, sobre todo si se ha conseguido un cierto
prestigio profesional o social, lo cual realmente es un espejismo y una falsedad
del mundo mental. Tú no eres ese status social ni ese personaje admirado o
despreciado, con logros profesionales o que se siente desprestigiado, que tiene
miles de amigos en las redes sociales o que sólo tiene cuatro, que tiene mucho
dinero o que sobrevive hasta final del mes, que tiene muchos estudios o que no
estudió, que es superdotado o de inteligencia media, que hace grandes viajes o
que sólo se mueve por su barrio, que pertenece a un equipo de fútbol o a ninguno,
… no eres nada de todo esto, nada de esto vale, esto es falso y sólo pertenece
al juego del personaje que crees ser, de la mente. Hay que dar el paso de dejar
todo lo mental a un lado para ver la Verdad que está ahí mismo.
Si la persona se abre a la Verdad, podrá poco a
poco irse convirtiendo en observador de esto, del personaje que interpreta y de
las situaciones en las que actúa como tal. Todo lo que nos rodea, está creado
desde y para satisfacción de la mente y para alargar su recreación.
Siempre Eres y Estás y has Estado, y hagas lo que
hagas en este tiempo al que llamas vida, no te apartará de eso, no se irá, no
te abandonará y tarde o temprano una fuerza irresistible te hará ir hacia ella,
porque no podrás ocultarla hasta la eternidad. Despertarás!!!
Sin embargo, como decía la mayoría de las personas
se quedan en esa fase de consciencia limitada y se quedan estancadas y no
evolucionarán más. Da igual en lo que trabajes, incluso aunque sea en trabajos
de ayuda hacia otras personas, esto tampoco te llevará por sí solo a la Verdad
y a Ser, pues el Ser no conoce de trabajos, el Ser simplemente Es y le da igual
el personaje al que juegues o lo que creas ser o tu mente o la sociedad diga
que eres, tu inteligencia, la cultura o la religión que adoptaste o dónde
naciste, al Ser no se le puede encerrar en nada que tu mente pueda creer o
crear, pues esto son sólo proyecciones, no es la Verdad, no es lo real, y sólo
Él te puede dar la libertad eterna. Sólo reconociendo la Verdad, podrás ir
quitando y despejando después todas las piedras y muros que creaste alrededor
de ti jugando a ser quien no eres, pero todo eso será desde el ser observado y
reconocidas como lo que son, meras proyecciones, creencias, mentiras y podrán
ser despejadas… y es que todo lo que ves , el mundo que percibes no es real, es
mentira; seguro que has escuchado esto muchas veces, pero reconócelo como Verdad, no te quedes en
esa consciencia limitada que sólo lo ve desde la mente, desde la conceptualización,
penetra en ti y podrás reconocer realmente el significado profundo de esto
desde la Verdad, desde el Ser, desde tu corazón y te liberará.
El Ser está ahí mismo. Namasté
Angélica Galeano
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