He recibido este escrito de un amigo y me ha parecido profundo e
intenso y he decidido compartirlo en este espacio con vosotr@s. Gracias, Namasté
Un día decidí dejar de culparme y hacer
algo más constructivo,
perdonarme y soltar algunas cosas de mi pasado
que aún me pesaban.
Dicen que cuando no llegas a perdonar a una persona,
nunca terminas de superarlo que te hizo,
no lo sueltas;
cargas en tu corazón con el resentimiento,
el rencor y la rabia;
sentimientos que te intoxican desde dentro
y que, a la larga, sólo traen consigo
amargura y frustración.
Entonces, ¿qué podía pasar si no me
perdonaba a mi misma?. Nada bueno.
Me perdono por todas las veces que no confié
en mi valor propio
y dejé mi valorización en manos de otros.
Me perdono por descuidarme a mí misma
y por haber rechazado cultivar mi
belleza y mi espiritualidad,
a favor de cultivar el intelecto y lacultura,
características mejor vistas socialmente.
Me perdono por todas las veces que no
escuché mi voz interior
y cedí a las presiones sociales,
amargándome, o llevándome a realizar acciones
que realmente no deseaba.
que realmente no deseaba.
Me perdono por negar la sabiduría de mi
cuerpo y mi ser mujer,
ocasionándome enfermedades, y una relación
literalmente“dolorosa” conmigo misma.
literalmente“dolorosa” conmigo misma.
Me perdono
por mi desconocimiento y
desconexión de mi naturaleza cíclica,
generando que me auto-considerara “loca”
en más de una oportunidad.
Me perdono por las veces que no supe poner
límites amorosos
a situaciones que me estaban haciendo daño y
terminé haciendo y haciéndome más daño.
Me perdono por las mil veces que me engañé
a mí misma con falsas ilusiones.
Me perdono
por toda la energía que perdí
tratando de adaptarme a convenciones
sociales
que iban en contra de mi naturaleza.
Me perdono por toda la rabia, envidia, odio y violencia que me causé,
Me perdono por toda la rabia, envidia, odio y violencia que me causé,
por no saber ver que los demás son solamente
mi reflejo,
y
no poder apreciar su propia vulnerabilidad,
así como la esencia divina en su interior.
Me perdono por haber sentido celos de
otras mujeres,
Siguiendo el mandato patriarcal de
competencia y desconfianza
Me perdono por haber depositado mi
felicidad, tristeza y proyecciones
en manos ajenas.
Hoy elijo perdonarme una y mil veces,
y a través de este acto pido perdón.
Por alguien que un día decidió perdonarse.
YO
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