ENCUENTRO CON TU DRAGÓN
¿Has sentido alguna vez en tu interior la energía de un dragón? ¿Ha venido a tu interior, a tu ser esta imagen, pero con la certeza de que es un viejo amigo que decide rencontrarse contigo porque es el momento oportuno?
Mucho
se ha hablado sobre la figura mitológica del dragón y de sus significados,
variando según la cultura la apreciación de benevolencia o maldad en su figura.
Para los Orientales por ejemplo, es símbolo de fecundidad y abundancia y es
venerada como símbolo de vida, representando las fuerzas de la naturaleza y el
universo. Según
las historias registradas en la cultura milenaria china, los seres humanos
podían convertirse en dragones a través de la magia,
transformándose en seres de luz. Según las antiguas creencias chinas, traen la
lluvia para la recolección. Es por eso que el dragón se convirtió en el símbolo
imperial de ese país. En el Himalaya representan la buena suerte. Corea también
tiene sus dragones, de similar carácter positivo.
En occidente son considerados malévolos y son
alados.
Se
entiende que los dragones se reparten el espacio según su función. Los dragones
celestiales protegen los cielos y sostienen las mansiones de los Dioses del
Sol, de la Luna o de las estrellas, evitando que se vengan abajo. Por su
cercanía a los Dioses, son de los pocos que tienen algo de influencia sobre
ellos. Los dragones de los ríos determinan el curso de los mismos, su caudal y
sus desbordamientos, y guardan sus orillas. Se supone que estos dragones viven
en palacios sepultados bajo las aguas de su río. Los dragones del aire regulan
el tiempo, en sus paseos por el cielo gobiernan la lluvia, el viento, las nubes
y las tormentas.
Los dragones de la tierra son los habitantes del mundo subterráneo conocido como Inframundo o Agartha, y se refugian en cavernas profundas, desde donde se cuenta que custodian grandes tesoros que acumulan desde el principio de los tiempos. También éste se representa con cuernos y escamas, y su espinazo está erizado como en puas, y tiene una perla en la garganta que puede escupir, la cual representa el poder del sol que en él reside y es la base de su fuerza y poderes. Esta poderosa perla es la piedra más sagrada y preciosa, de brillo propio y muy pero muy pesada, la llaman “piedra que concede todos los deseos” y está situada exactamente en el nivel nueve del cuello de un dragón. La perla puede regir, las mareas, las fases de la luna, la lluvia, el trueno, el relámpago eléctrico y el mismo ciclo de la vida. Además quien posea una jamás podrá abusar de ella para su beneficio propio y sólo podrá usarse siempre para lo que fue creada, para beneficio común de la naturaleza y todas sus especies
Los dragones de la tierra son los habitantes del mundo subterráneo conocido como Inframundo o Agartha, y se refugian en cavernas profundas, desde donde se cuenta que custodian grandes tesoros que acumulan desde el principio de los tiempos. También éste se representa con cuernos y escamas, y su espinazo está erizado como en puas, y tiene una perla en la garganta que puede escupir, la cual representa el poder del sol que en él reside y es la base de su fuerza y poderes. Esta poderosa perla es la piedra más sagrada y preciosa, de brillo propio y muy pero muy pesada, la llaman “piedra que concede todos los deseos” y está situada exactamente en el nivel nueve del cuello de un dragón. La perla puede regir, las mareas, las fases de la luna, la lluvia, el trueno, el relámpago eléctrico y el mismo ciclo de la vida. Además quien posea una jamás podrá abusar de ella para su beneficio propio y sólo podrá usarse siempre para lo que fue creada, para beneficio común de la naturaleza y todas sus especies
En las Sagradas Escrituras hebreas, el dragón representa la muerte y el mal
al fin entre los egipcios eran temidos y la cultura hebrea se vio grandemente
influenciada por ellos Los cristianos heredaron la idea hebrea del dragón que
aparece en la principal literatura de la Biblia, sobre todo en el Apocalipsis y
en otras tradiciones posteriores.
De los viejos ritos y tradiciones en la mitología clásica, aprendemos que
el dragón es un guardián. El de Ladon protege las manzanas de oro en el jardín
de las Hespérides, papel que reaparece en los romances medievales, donde los
dragones custodian, con frecuencia, doncellas cautivas, tesoros inmensos o
entradas secretas.
Se cuenta que si te bañas en sangre de dragón tu piel se hace invulnerable
y si un dragón te encuentra digno de cederte una parte de su corazón, te hace
casi inmortal, muy fuerte y poderoso.
Está claro, que cada cultura ha tenido siempre su particular visión de esta
figura o ser considerado mitológico.
Después de todo este bagaje cultural, debo decir que yo tengo una
particular visión propia del dragón. Para empezar, yo creo en los dragones,
creo que existe un plano existencial en el que ellos existen y con los que
podemos establecer una conexión a nivel energético y espiritual.
Creo que es una manifestación de tu propio empoderamiento y conexión con tu
guía interior, con tu propia intuición y sabiduría. Entonces tu particular dragón
aparece como un viejo amigo sabio que estaba esperando que empezaras a
reconocerte a tí mism@, a que tuvieras una consciencia más evolucionada para
que pudieras creer en su presencia y pudieras así verle y reconocerle también. El
te muestra tu propia sabiduría y fuerza interior que quedó por tanto tiempo
dormida y olvidada y que el viejo y sabio dragón viene para hacer que lo
recuerdes.
Su
energía es fuerte y poderosa, es mágica, energética, y a la vez de gran
expansión y armonía. Puedes sentirla fuertemente en medio de tu pecho,
como una luz fuerte y poderosa, a veces dorada, a veces como fuego que
se expande por todo tu cuerpo desde tu pecho, capaz de quemar y
transmutar todo lo que deba ser objeto de tal alquimia.Es creativa,
empoderante, sabia, intuitiva, creadora,
sanadora y divina. Creo que el dragón está conectado con la divinidad
del
Universo, de la Fuente y de cada ser. El Dragón es un poderoso mago
alquimista, y tú te conviertes en alquimista también cuando su presencia
está cerca.
Si además te dejas llevar por esta energía mágica, majestuosa y maravillosa,
puedes soñar con ella como cuando eras un niño, imaginando que vuelas encima de
tu propio dragón, convirtiéndote realmente en un jinete de dragón. Al fin y al
cabo, ¿De qué lugar salen los sueños y la imaginación? ¿Puede ser que de la
recreación de algún mundo existente paralelo al nuestro y que alguna vez
conocimos aunque fuese mientras dormíamos?
Nuestro dragón personal, merece todo nuestro respeto y bendición, él siempre se dirigirá así también hacia nosotros, pues suelen ser muy reverenciales. ¡Bendiciones y Amor para el mío!,…
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