Cada vez somos más las personas que vamos tomando
consciencia de que no es casualidad que estemos aquí en estos momentos de
cambio, sino que estamos aquí por alguna razón que obedece a un plan mayor y
así sabemos que si queremos que las cosas cambien debemos empezar por nosotros
mismos, debemos ser el ejemplo viviente de aquello que queremos fuera, debemos
producir en nuestro interior la alquimia que nos lleve a despojarnos de mucho
de lo que aprendimos y que va en contra de nuestra propia naturaleza, de la
Verdad y de nuestro mayor propósito que no es sino la de la manifestación de la
Luz.
Hay múltiples maneras de llevar fuera la Luz, y
todas ellas necesarias y válidas, pues lo importante es que cada persona que
sienta que está teniendo una experiencia humana que va más allá de lo simple
que nos tratan vender, que siente que en verdad es un ser espiritual completo
viviendo esta experiencia en la tierra y que hay un plan establecido que rige
el Universo y que estamos aquí porque formamos parte de ese plan para
evolucionar y elevar el planeta a una vibración y consciencia superior, haga lo
que sienta que debe hacer y que sea cómoda para ella para que esto se pueda
realizar.
Estando en una consciencia lo más elevada posible
y anclando la máxima Luz en la tierra que puedas sostener para que sea posible esta
evolución, ya se está cumpliendo con el plan y contribuyendo a que el cambio
que quieres fuera pueda empezar a manifestarse. Después cualquier otra
manifestación externa que quieras realizar de Amor y Luz, contribuirá a que
este cambio se pueda manifestar con más fuerza y sea más visible, de modo que
llevando tu luz fuera, puedes ayudar a que otros empiecen a recordar la Luz que
también ellos portan en su interior y les ofrezcas de este modo la oportunidad
de que primero la reconozcan en ellos mismos e inicien su camino espiritual de
búsqueda y conocimiento interior y que después puedan llevar también y
manifestar esa Luz fuera, siendo faro para otros muchos. Por eso cada
contribución de Luz es tan importante, cada manifestación de Amor es tan
importante, y no importa el modo en que decidas manifestarlo, todos tienen el
mismo grado de importancia, pues todas serán manifestaciones de lo mismo y
realmente proceden de lo mismo, así que tampoco debemos poner escalas más o
menos importantes en esto y en lo que hacemos, pues esto sólo puede venir del
ego, no del Amor.
La manifestación de Luz y Amor puede ser realmente
en todo lo que haces, desde pasear y apreciar en la naturaleza y en los árboles
la belleza y Amor de lo creado, hasta quedar con unos amigos y estar alegre y
feliz y en estado de gratitud por ese momento, como estar feliz cuando
compartes o cuidas de tus hijos (pues que mayor manifestación de Amor que entregarles
a ellos la Luz para que aprendan a reconocerla en ellos y también a
manifestarla y que no tengan que desaprender todo lo que tuvimos que
desaprender nosotros para volver de nuevo a la Verdad), como en preparar una
comida con Amor para ti y tu familia u otros con los que te apetezca compartir
y en gratitud, ir a ver un museo, teatro, acto cultural,… y apreciar el Amor y la Luz que se esconde tras la energía creativa, como
en el trabajo o actividad sea cuál sea que hayas elegido o que estés realizando
en este momento. Para mí todas son igualmente importantes porque todas son
manifestaciones de lo mismo y la vida tiene múltiples facetas y debemos llevar
la Luz y Amor a todas ellas, no sólo a una parcela y cuanto más podamos ser
conscientes de esto y llevarlo a cabo, realmente más estaremos contribuyendo a
manifestar y llevar el Amor y la Luz al mundo, pues este se extenderá a todas
las áreas de la vida y no sólo a una parcela que elijamos.
Si el Amor y la Luz no tienen límites, no debemos
nosotros desde nuestro ego limitar su manifestación.
Muchas veces las personas que estamos en el camino
espiritual creo que cometemos el error de pensar que sólo manifestamos o
podemos manifestar realmente el Amor y la Luz cuando hacemos actividades “consideradas
espirituales” y bajo esta creencia nos conectamos a quienes somos y elevamos
nuestra vibración y abrimos nuestro corazón cuando meditamos, realizamos
terapias alternativas, hacemos cursos o seminarios relacionados con el tema
espiritual o ayudamos a otros desde esta vertiente, sin embargo igual de
importante es llevar ese Amor y Luz en las actividades del día a día, es más,
aquí es donde versa realmente la Luz, porque cuando puedes llevar a otros una
sonrisa, ser amable, pacíficos, amorosos,… a pesar del estrés del día a día, de
no llegar a lo mejor a final de mes, a tener problemas de salud, laborales,…
eso requiere haber alcanzado realmente un nivel de consciencia suficiente como
para a pesar de todas las circunstancias externas mantenerse centrado en quien
realmente eres, y actuar en consecuencia, y esto requiere mucho trabajo
interior y hace que la Luz y el Amor puedas expandirlo mucho más allá que si
sólo lo centras en un área o parcela o tiempo de tu vida y de tu día a día.
Por eso todo acto es igual de importante, al igual
que en “Un Curso de Milagros” se dice que todos los milagros son iguales y que
no hay unos más difíciles o importantes que otros, que eso es sólo una
manifestación de nuestro ego, si pensamos que sólo haciendo actos considerados”
gloriosos o muy importantes o espirituales” estamos llevando Luz y Amor,
realmente nos engañamos a nosotros mismos y estamos reflejando una gran dosis
de energía egoica, sólo cuando podemos valorar y ser conscientes de la Luz y el
Amor que puede haber en cada pequeño acto y magnificar todas estas
manifestaciones que cada persona anónima, cada héroe del planeta hace cada día,
estamos realmente cambiando el mundo y manifestando Luz.
Comparte tu Luz y Amor en tu día a día. Cuando
haces algo positivo que te gusta y te hace feliz aunque sea comer tu comida
favorita, o tocar un instrumento que te guste, o correr o bailar,… hace que esa felicidad y alegría que sientes
saque más Luz y Amor de ti y de esta manera también la reflejas fuera, se trata
de apreciar y agradecer cada momento, todo aquello que tienes que sobre todo es
a tí mismo o a tí misma, saber disfrutar, aprender, amar, reir y a veces
llorar, valorar el ser tan maravilloso, especial y único que eres, saber ver la
Luz que hay en tí primero para poder ver luego la de los demás y manifestar en
todos los aspectos de tu vida esa Luz. Te conviertes así en un faro donde
vayas, así realmente cumples con el plan, así manifiestas la mejor versión de ti
mismo en todas las áreas de tu vida.
Se trata como suele decirse de traer el Cielo a la
Tierra, y esto en cada aspecto de nuestra vida, si sólo lo hacemos en una
pequeña parcela en la que nos sentimos cómodos, no estamos siendo realmente
honestos, si pensamos una cosa y luego sólo la expresamos o llevamos a cabo en
esa parcelita “espiritual” nuestra, realmente estamos creando más oscuridad,
pues no estamos siendo congruentes ni sinceros con la Luz, a la Luz y el Amor
no se le puede encerrar en una pequeña parcela limitada, ¿Cómo limitar lo que
no tiene límite?
Como decía antes Si el Amor y la Luz no tienen
límites, no debemos nosotros desde nuestro ego limitar su manifestación. Desde
ahí podemos ser conscientes de lo importante de cada acto y de la necesidad de
manifestar la Luz para el mayor bien y la versión mejorada de nosotros mismos
en toda faceta de nuestra vida. Seamos realmente honestos, seamor realmente
Luz, seamos LIBRES.
Angélica G.
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