EXPANDIENDO LA CONSCIENCIA


EXPANDIENDO LA CONSCIENCIA

FLUYENDO EN EL SER… TU MENTE NO TE LLEVARÁ JAMÁS A LA VERDAD DE QUIEN ERES, DEJA QUE LA LUZ DE TU CORAZÓN TE MUESTRE AL SER Y REGRESA AL HOGAR, SERÁS LIBRE

miércoles, 13 de mayo de 2015

VISIÓN CONSCIENTE DE LAS ENFERMEDADES Y EN CONCRETO DE LA FIBROMIALGIA




La Fibromialgia, en muchos casos puede venir ocasionada por el sufrimiento extremo, por no decir basta ante situaciones que otros nos imponen, por aprender a sentirse víctima y obedecer siempre porque es lo que se debe hacer, por la culpa, por no ser uno mism@, por la insatisfacción ante la vida, por el autocastigo,... todo ello tiene su repercusión física en el cuerpo que no es sino una alarma que dice ¡basta! . 

Como terapeuta, debo decir que en ocasiones esto ha sido así y lejos de juzgarse, la persona que sufre de fibromialgia debe dar un paso al frente y aceptar todo esto y estar decidida a tomar las riendas de su vida, a aceptarse, perdonarse, amarse y estar segura de que se merece ser Feliz y comenzar de nuevo. En muchas ocasiones como digo, hay problemas emocionales importantes no resueltos de los que se debe tomar consciencia y liberar para poder superar esta enfermedad que cada vez sufren más personas.

La Ciencia y medicina convencional, aún buscan las causas de esta enfermedad, pero mientras que no haya una visión holística y global de la persona, creo que será difícil alcanzar una solución para esta enfermedad, pues la toma excesiva de calmantes no lleva a la causa de la enfermedad ni a la solución del problema, con lo que la persona además puede tener otras repercusiones físicas aparejadas a la toma de tanta medicación fuerte y excesiva para intentar calmar el dolor que sufren y además pueden caer en una depresión con lo que será caldo de cultivo aun mayor para su problema.
Hay que tener una visión como decía holística de la persona para acabar con esta enfermedad y considerar a las personas como un todo, y atender a una visión física, emocional, mental e incluso espiritual de la persona para conseguir que la persona realmente se sane así misma. 

Creo que en el tratamiento de muchas enfermedades y entre ellas de la fibromialgia que es la que nos ocupa, no basta sólo con mitigar o quitar el dolor de la persona sea a través del método que sea, sino intentar ayudar a esa persona a que tome consciencia del origen de su propio dolor, de su propia enfermedad, que en muchas ocasiones no es sino un grito interior de dolor emocional que se manifiesta en el físico para que tome consciencia de que algo dentro de ella se resiste a ser soltado, (en la mayoría de los casos de forma inconsciente por supuesto, pues si hablas con esas personas te dirán que lo que quieren es obviamente no tener más dolor),a que a veces hay dolor reprimido y que ya debe ser soltado para liberarse de ello y dejarlo atrás y comenzar de nuevo, comenzar a reconocerse y ser ella misma y liberar todo ese dolor interior para al sanarlo, sanar su propio dolor externo, que es la enfermedad. Pero la enfermedad como digo, en muchos casos es realmente interna. En el fondo del dolor, en el origen, muchas veces lo que hay es miedo. Al tomar consciencia de ello, se ayuda  la persona a responsabilizarse de su enfermedad, y no como un castigo ni mucho menos, ni desde el juicio, recordemos que muchas veces no somos conscientes del dolor que podemos crearnos, sino al revés, desde un gran amor y aceptación de sí misma, pues tod@s creamos dolor interno que manifestamos externamente de diferentes formas, pero si la ayudamos a aprender de ese dolor,  a que tome más consciencia de su propio cuerpo, de sus pensamientos, de lo que se dice o cree de sí misma, de sus emociones, de quién es realmente o qué identidad se ha creado para poder sobrevivir, de conocerse mejor... todo ello no sólo le ayudará a sanarse de esta enfermedad, pues realmente en último término puede sanarse así misma en su origen, sino que habrá aprendido a tener una visión más amplia de la enfermedad y de otras posibles enfermedades o dolencias que pueda tener en un futuro. Esa persona puede despertar a una visión diferente de la realidad, con lo cual lo que hasta ahora era sólo dolor, puede acabar siendo una barca de salvación con un alcance aún mayor.

Creo que esta visión además debería ser aplicable a muchas más enfermedades y dolencias. Debemos ampliar nuestra Consciencia para encontrar el origen de muchas enfermedades como un desequilibrio del orden natural de la persona en varios aspectos y así yendo al origen y aprendiendo de esa enfermedad lo que debamos aprender y de nosotr@s mismos, hayar la solución a muchas enfermedades y dolencias que llevarán a la persona a su propia sanación y a un mayor reconocimiento de quienes en verdad son y a una mayor evolución. 




Todo lo que pueda ayudar y beneficiar durante ese proceso a mitigar y quitar el dolor, sobre todo si proviene también de medicina y terapias naturales que no ocasionen otros problemas añadidos para la salud, ayudará a que el proceso sea además más fluido. El dolor servirá finalmente para elevar y liberar a la persona.

Os dejo un artículo que me ha parecido interesante sobre esta visión aplicada al fin de la fibromialgia.

Angélica G.


NO ESPERES A QUE TE CUREN, HAZLO TÚ




Cristina Sen Barcelona “Aprendí a dejar de agradar, a no ser obediente y perfecta, causas de mi fibromialgia”


Dos años después de que le diagnosticaran fibromialgia, con un cargamento de pastillas a cuestas cada día y con unos dolores que sólo empeoraban, Maria Àngels Mestre decidió rebelarse. Postrada en la cama durante tres días por una contractura en la pelvis, incapaz de moverse, esta arquitecta barcelonesa que entonces tenía 54 años explica que tomó las riendas de su vida y de su salud.
“Decidí que iba a dirigir yo misma mi proceso de curación, que iba a autogestionar mi enfermedad. No volví al hospital, fui abandonando las pastillas, opté por la medicina holística”, explica. Y se curó. Maria Àngels Mestre ha puesto su experiencia, el camino que ella recorrió, al alcance de todos aquellos que padecen alguna enfermedad crónica. Método Mestre es su cuarto libro, una síntesis de los anteriores que parten de su proceso de superación de la fibromialgia, de sus recomendaciones sobre alimentación para afrontar el cáncer y que ofrece gratuitamente. No quiere sustituir al médico, sino dar unas pautas “para que el enfermo deje de ser paciente y se convierta en el responsable activo de su salud”.

Desde una perspectiva global, integrando todo los aspectos del ser humano y su relación con el entorno. Su anhelo de curarse, explica, es lo que le movió a abrir la mente y cambiar la forma de pensar, sentir y actuar. Había perdido las ganas de vivir, tenía la autoestima por el suelo. “El cuerpo -señala- obedece y enferma”. Por ello indica que para curar el cuerpo hay que cuidar el alma y entender la salud como una globalidad con cinco pilares: espiritual, mental, emocional, bioenergético y físico. La alimentación se convierte en la principal medicina. Maria Àngels aprendió a perdonar, perdonarse, y a ser antipática. El orgullo perfeccionista, el hacer siempre lo que se esperaba de ella para agradar, la ira contenida… todo fue lanzado por la ventana. Considera que la fibromialgia es una enfermedad que afecta sobre todo a las mujeres debido a una sociedad de patrones machistas represiva para ellas, obligadas a esconder las emociones.
“Aprendí a dejar de ser sumisa y obediente, y a decir que no sin que me importase”, explica. ¿Y la familia?. “Al principio estaban trastornados, pero también han aprendido”. ¿Cómo pienso?¿Qué siento? ¿Cómo me relaciono con el entorno y conmigo misma?¿Con el medio en el que vivo?¿En qué me equivoco? La meditación le ayudo a digerir las emociones y a calmar la mente, probó la acupuntura, el shiatsu y llegó a la alimentación macrobiótica. Fue importante, subraya, “aprender a desaprender” y romper prejuicios. Ella era arquitecta y no podía mover la mano, ni sentarse en una silla. Había ido perdiendo la energía, lo que define como el puente entre el espíritu y la materia, el motor de la acción. Años de mucho trabajo, recuerda, en los que se había apartado de la naturaleza, de sus fuentes de energía que “son medicinas”.

El sol, el aire (respiración, ejercicio), el agua, el sueño y la alimentación. Mestre es hija, sobrina y hermana de médicos, pero decidió hacer su camino en un proceso en el que considera que la alimentación es una cuestión fundamental. Optó por la macrobiótica suprimiendo los alimentos acidificantes, oxidantes, inflamatorios y tóxicos. Entre otras cosas dejó de consumir azúcar, carnes procesadas, conservas y precocinados, lácteos y huevos. Llenó la despensa de cereales integrales, legumbres, algas marinas, pescado pequeño y salvaje, verduras de raíz. La sopa de miso fue uno de sus principales aliados y cada mañana bebe agua de mar.

Siete meses después se encontraba perfectamente y fue entonces cuando decidió cambiar de profesión. Dejó la arquitectura y su puso a escribir su experiencia y a dar charlas. Para vivir “sin tóxicos”, internos y externos. Para ayudar a quien quiera seguir su camino.



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