Son momentos en los que es muy necesario estar
centrados; después de tanto movimiento energético y tanta limpieza emocional en
la que parecía que nos quedábamos estancados, ahora es necesario recobrar el
estado de estar alineados con nosotros mismos, con nuestro propósito,
manteniéndonos en estado de paz interior, y recobrar si lo perdimos durante
esta transición evolutiva, el estado de Alegría Interior de nuevo.
Todo salto evolutivo implica “limpieza”, y han
sido semanas de revisión, de limpiar lo que sobraba en nuestras vidas para
poder estar preparados para un nuevo paso más en nuestra evolución en la que no
podíamos llevar viejo equipaje, y se ha tenido que soltar de diversas formas,
cada uno el suyo, así se han revisado múltiples facetas de nuestra vida, cada
uno la que no vibrara con su mayor propósito, y esto ha afectado también
a muchas relaciones personales, sociales, familiares y laborales.
Ahora es tiempo de calma, de que nuestro interior
esté realmente ya en un estado vibratorio alineado con el nuevo espacio al que
hemos llegado, y nuestros actos, pensamientos y acciones tienen que ser el
reflejo de este nuevo estado evolutivo. Es necesario
sentirnos cómodos con nosotros y con aquello que hacemos, siendo siempre
fieles a nosotros mismos, manteniéndonos en nuestro centro y en nuestro poder,
intentado tener momentos de silencio y calma interior en que podamos sentir y
familiarizarnos con las nuevas energías amorosas de este espacio evolutivo
nuevo al que llegamos. Es tiempo de calma, de tranquilidad, de sentir, de "estar", de disfrutar cada momento desde el Amor.
Es bueno rodearnos de personas con las que podamos
compartir este tipo de energía, pues así las fuerzas de
estas energías se hacen mayores y atraeremos también más de lo mismo. Es hora
de sentirnos cómodos siendo quienes somos y de buscar espacios en que podamos
expresarnos y compartir aquello que tenemos para ofrecer al mundo, y siempre es
más fácil, creativo, energetizante y mágico si logramos encontrar espacios en
los que vibremos y que resuenen con nosotros y que nos ayuden a que esto sea posible y que las personas con las que compartimos estén
sintonizados también en este aspecto con nosotros.
Es muy necesario como decía mantenernos lo más
centrados posibles y también, con la vibración más alta posible para nosotros, para adaptarnos
mejor a la frecuencia del espacio evolutivo al que llegamos, pues si no a veces
podemos sentirnos “mareados”. Es hora de asimilar energía e información, de
estar en calma, en estado de alegría interior y de confianza de saber que estamos en
el lugar adecuado para nosotros y que todo se nos irá dandopoco a poco según nuestro
propio proceso, sin comparaciones, porque el proceso es individual y cada uno está
como decía donde tiene que estar.
Para estar en este estado nos puede ayudar mucho
reconectarnos con la maravillosa energía de la Gratitud. La Gratitud es una de
las energías amorosas más elevadoras y gratificantes, pues nos alinea
rápidamente y directamente con la verdad que somos, elevando todas las células
de nuestro cuerpo a su mayor vibración de Luz. Nos conecta con nuestro
propósito, con la vida, con el Universo, con la Verdad de la Unidad del Todo lo
que Es, con nuestro Yo Soy, con la Fuente. Nos alinea con las mayores frecuencias a las que podamos tener acceso, y produce la gran alquimia interior, elevándonos al Amor y limpiando todo nuestro cuerpo energético de cualquier energía estancada o densa o de menor vibración.
Cuando uno está en estado de Gratitud, la Alegría
interior se convierte en el estado natural, se expande nuestra consciencia y
desde ella se ve una perspectiva amplia de todo el proceso, de toda nuestra
evolución y propósito y de todo lo que se ha dado en nuestra vida para poder
llegar a donde estamos.
Desde la Gratitud, se comprende y acepta el
proceso a veces difícil y doloroso por el que hemos tenido que pasar para estar
donde estamos, para soltar por el camino lo que ya no nos servía y cerrar
puertas, para conectar con la verdad de quienes somos, para estar en estado de
Confianza de que todo lo que llega a nuestra vida lo atraemos y enfocar
nuestros pensamientos y acciones y palabras a lo que realmente queremos atraer;
nos ayuda a comprender nuestro camino, a respetar el de otros, a no juzgar ni juzgarnos, a ser más compasivos con nosotros y con toda vida que hay sobre la
tierra, a ser más amorosos, a amarnos, a reconciliarnos con nosotros mismos, a
comprender que nuestros enemigos fueron en muchas ocasiones nuestros maestros, a entender que no es
necesario pasar por situaciones que ya aprendimos y cerrar círculos que ya no
tienen razón de ser en nuestra vida.
La Gratitud te eleva, eleva todo tu SER a la
verdadera frecuencia y esencia de la que estás hecho que es el Amor, te une al
Cosmos y a Gaia, descubres el Amor enorme que hay en tí y la
consagración que hay en la vida.
Cuando pasamos momentos difíciles a menudo resulta
difícil estar en Gratitud por el proceso que estamos atravesando, pero cuando
lo hacemos, nuestro aprendizaje se acelera, sintonizamos con nuestro interior y
con nuestro propósito, y el proceso se hace más fluido.
Es momento de agradecer, de reconectarnos con la
Gratitud por estar donde estamos, por todos lo que aprendimos por el camino, por
lo mucho que avanzamos, porque nuestra consciencia cada vez está más expandida,
por estar más cerca de nuestros propósitos, por cada día intentar avanzar en la
versión mejorada de nosotros mismos, porque en nosotros se está produciendo el
cambio hacia una consciencia de Amor, y porque esto mismo es lo que
estamos manifestando e irradiando fuera.
Gracias por avanzar, Gracias por lo que
aprendiste, Gracias por traer el Amor a tí mismo y al mundo, Gracias por traer en
diversas formas la Luz del Hogar… GRACIAS
Angélica
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