¿Qué tal si
comenzásemos el año nuevo con una brújula “mágica”, que nos guiara durante no
sólo este año que acaba de comenzar sino durante toda nuestra vida, marcándonos
siempre el mejor camino por el que debemos ir como mejor opción para nosotros, para
nuestros propósitos?
Sería maravilloso verdad…
, pues esta brújula viene con nosotros desde que nacemos como un paquete
adicional y que conforme tratemos este tema nos daremos cuenta de que en
general lo utilizamos poco, o nada, y es nuestra Brújula o Guía .Interior
Comenzaré diciendo algo
que resulta obvio y es que todos tenemos una vida, en la que vamos creando y
recorriendo nuestro propio camino, y en el cuál a veces sentimos que nos hemos
perdido un poco, o nos sentimos cansados, o en el peor de los casos angustiados
o desesperados y necesitamos recurrir a alguien o a algo para poder seguir
avanzando por ese camino que aunque se pueda ver oscuro, sabemos y sentimos que
debe haber una luz que nos guie por el sendero… ¿y qué solemos hacer comúnmente
cuando nos encontramos en estas situaciones? Creo que estaremos de acuerdo de
que todos en un momento determinado solemos recurrir a pedir consejos a algún
amigo o amiga de confianza, familiar, a alguien que creemos “experto” o que
sabe más que nosotros, o incluso a algún libro en busca de alguna respuesta…. Y
esta es la clave del asunto, precisamente solemos buscar fuera las
respuestas, y no es que esto no esté “bien”
( a mí no me gusta hablar de bien o mal, estos son conceptos inculcados y adquiridos
por nuestra mente) ya que en un momento determinado, podemos obtener
perspectivas diferentes que nos hagan salir de un bloqueo, de hecho todos lo
hacemos, no nos engañemos, pero no tendremos realmente toda la información
completa, sólo la visión sesgada de esa persona, por lo tanto no estamos usando
nuestro paquete adicional, ese regalo maravilloso y único para cada persona que
es su propia Brújula Interior. Y es que en la vida, todos absolutamente todos,
necesitamos una brújula que de vez en cuando nos vuelva a marcar el Norte en nuestra
vida; es como un GPS que nos va indicando por dónde debemos ir para no estar
constantemente perdidos o dando vueltas yendo por caminos equivocados sin
encontrar realmente el nuestro…
¿Qué fastidio no, ese
gasto de energía de dar vueltas y vueltas sin sentido o llegar siempre al mismo
punto? Por eso muchas veces pienso que como se suele decir “tiramos la toalla”
porque nos cansamos, nos agotamos sin encontrar resultado alguno y nos
acomodamos en una zona de confort que aunque no nos gusta, es la que conocemos,
a la que siempre volvemos y que por lo menos nos ayuda a sobrevivir y seguir aunque
sea digamos que “existiendo”. Pues bien,
puede ser entonces el momento de empezar a pensar en sacar esa sabia brújula
que tenemos guardada, escondida y casi oxidada porque olvidamos utilizarla, y
empezar a sentir que a lo mejor nos vendría bien su ayuda para redireccionar de
nuevo nuestra vida hacia el Norte, ese que fuimos perdimos inconscientemente,
porque nos acostumbramos a vivir sin ella, porque la olvidamos, porque no se
nos enseñó a utilizarla, porque nos educaron a buscar las respuestas fuera
porque seríamos incapaces de encontrarlas por nosotros mismos, porque tuvimos
que sobrevivir en un sistema de creencias implantado, porque se nos ocultó
quienes éramos, porque fuimos educados para ceder nuestro poder…etc etc etc… por
tanto, perdimos esa conexión con nuestra parte sabia que siempre nos va a guiar
de la manera mejor para nosotros, ofreciéndonos la mejor oportunidad para
nuestro camino en cada momento, siendo siempre honesta y fiel, sin engañarnos,
sin desvíos, ofreciéndonos la mejor guía que jamás nadie ni nada exterior pueda
asomarse a ofrecernos, el mejor experto en dar toda la información que
necesitamos y que es esa Brújula, esa Guía interna a la que también llamamos
Intuición o sexto sentido o voz interior
Podríamos
incluso preguntarnos ¿ Y cómo sabemos que realmente no la estamos utilizando?
Cuando la utilizamos lo
sabemos. Jajaja... Pero también podemos
hacernos por ejemplo diferentes preguntas para que tomemos consciencia de si la
estamos o no utilizando. Por ejemplo pueden ser del tipo ¿sientes que con frecuencia tomas decisiones
que luego te das cuenta que no son lo que realmente querías o que después de
tomarlas no te sientes bien con ellas?, o ¿comienzas un trabajo o proyecto y
antes de empezar sientes en tu interior que “algo falla” aunque no sabes muy
bien qué es, pero como piensas que es lo que realmente quieres no escuchas esa
sensación y lo emprendes y después te das cuenta de que estás invirtiendo mucho
esfuerzo y energía y no te compensa y te sientes mal pero tampoco te atreves a
dejarlo?, o cuántas veces hemos dicho después de un hecho que nos ocurre “lo
sabía”… o cuando sientes un vacío en tu interior a pesar de creer estar
haciendo lo que se supone ( y aquí está la clave…) que debería proporcionarte
felicidad o ir a un especialista porque te han dicho que es muy bueno y en la
consulta tú sientes que a ti no te va bien con él pero como te lo han
recomendado sigues yendo a él … son pequeños ejemplos de que realmente nos estamos
dejando llevar por la corriente externa, por otros, por el miedo, pero no por
nuestra intuición.
Llegados a este
punto podríamos preguntarnos también si entonces la Intuición nos envía
información sin ser realmente conscientes de ello y la respuesta es sí, así es.
Lo hace de manera
espontánea y esa información va más allá de lo que percibimos con nuestros 5
sentidos físicos, digamos que es una
parte superconsciente de nuestro ser que está siempre disponible para nosotros,
esperando a que la escuchemos para
ayudarnos, para que tomemos la mejor decisión para nosotros e incluso a
un nivel más elevado, para nuestra propia evolución en cada momento, para
permitirnos abrirnos a una vida más fácil y fluida que nos lleve a aquello que
realmente queremos, sin tener que gastar tanta energía ni esfuerzo, sin tener
que recorrer 500 pasos en vez de 10 para llegar a donde queremos, es esa
vocecita interior que cual Pepe grillo nos susurra al oído pero que como
estamos tan acostumbrados a oírnos poco y a escuchar más el ruido externo, como
estamos tan acostumbrados a buscar fuera las respuestas y ceder a otros la
responsabilidad sobre nuestros actos y nuestra vida , porque además nos resulta
más cómodo, no escuchamos, cuando realmente es la única que nos puede
proporcionar una información completa y verídica sin filtros externos a lo que
queramos saber ante una situación, o a la que nos va a llevar al camino más
favorable entre todas las posibles porque trae sabiduría para nuestro camino,
es la que nos abre las oportunidades para que además nuestros actos estén en
consonancia también con nuestro mayor propósito porque basa su información en
la conexión a una parte nuestra superior a la que no podemos acceder a nivel
mental y que es 100% perfecta
¿Y cuál o cuáles
pueden ser los motivos por los que ignoramos nuestra propia Brújula Interior?
Diría que porque realmente estamos programados para
ignorarla. Para dirigir nuestra propia vida y dirigir nuestro propósito
personal hacia donde realmente queremos, el primer paso por el que debemos
empezar es por escucharnos, hacer una “autoescucha” consciente. ¿qué ocurre? Que no sabemos hacerlo. Vamos todo
el día de un lado para otro, con prisas, con estrés y no dedicamos tiempo a
escucharnos entre otras cosas porque nos parece una pérdida de tiempo que no
nos va aportar nada o por lo menos nada de lo que creemos necesario en ese
momento y precisamente la paradoja está en que como no lo sabemos es por lo que
no nos parece importante y no lo hacemos, aunque sería la solución a nuestra
búsqueda y a lo que realmente queremos. Así
que lo primero que deberíamos hacer es averiguar ¿Qué queremos realmente?
Si preguntamos a las
personas ¿qué tal estás con tu vida? si son sinceros de verdad, en general
pocos dicen realmente bien o muy bien, así que algo debe fallar, ¿no? La
mayoría van a sus trabajos cada día con resignación, sin entusiasmo y esperando
a que llegue el fin de semana para hacer algo que les guste y llega el fin de
semana y a lo mejor no saben ni qué hacer o a pesar de ello y de hacerlo
sienten que realmente eso tampoco les ha llenado y se vuelven personas llenas
de tristeza y empiezan a pensar que la única opción para salir de sus
circunstancias de infelicidad, es que les toque la primitiva…¿Triste
verdad que nos ocurra esto?...
Realmente algo falla, así
que lo primero
que debemos hacer es ser honestos con nosotros mismos y abrirnos a esa
autoescuha consciente y sincera en la que nos preguntemos qué queremos realmente,
qué nos gusta de verdad, qué sentimos, dejarnos sentir… para reconocernos y
redefinir nuestros pasos en la vida. Así que debemos preguntarnos,
¿Qué es lo que no quiero de mi vida y
qué es lo que realmente quiero de mí y de mi vida? ¿Qué sé hacer bien, cuáles
son mis habilidades y talentos que me hacen diferente? Si no pensara
exclusivamente en el dinero, ¿qué me encantaría hacer y con qué sería feliz
dedicándome a ello?¿vivo feliz o con resignación, o cosas tan básicas como ¿me
gusta la fruta y cuál es la que más me gusta o gustaría comer, qué color de
ropa creo que me sienta mejor? ¿Es realmente el que más me gusta? Podemos llegar
a sorprendernos de que podemos dudar ante preguntas tan básicas… Buscar un
espacio de silencio en el que nos permitamos sentir y escuchar, para ello es
también muy bueno empezar antes con unos segundos de respiración consciente que
nos relaje y nos centre, hacer algo de meditación aunque no sea exclusivamente
necesario, pero algo que nos centre en el presente y en el momento y empezar
como decía a escucharnos y sentirnos.
Se trata de ir
redescubriéndonos, recordando…y si nos damos cuenta de que no estamos haciendo
nada de aquello que realmente queremos o no sabemos qué es o que estamos
viviendo con resignación probablemente nuestra brújula no estamos orientándola
en la dirección adecuada, no la estamos usando. De hecho, hay una frase de Lao Tse que dice que:
“el silencio es el sonido
más fuerte”.
Cierto,¿no? Jajaja
Por lo que las
consecuencias de todo ello pueden ser de una infelicidad absoluta y además
podemos ser personas que estemos continuamente enojadas , ¿cómo no va a ser así? porque no sabemos realmente ni
siquiera quienes somos, viviendo una vida podríamos decir “prestada” y esto
lleva a la frustración, al dolor y al sufrimiento. Además si no nos escuchamos,
si no utilizamos nuestra brújula interior tampoco podremos saber a un
nivel espiritual cuál es nuestra
verdadera misión o propósito álmico y esto hace que estemos toda la vida
perdidos en una búsqueda constante de algo que no sabemos qué es, sentirnos
vacíos como que siempre parece que nos falta algo y no sabemos qué es y que
incluso puede llegar a afectarnos físicamente y hacernos enfermar.
Es
una idea común también en las terapias con tratamientos florales, así el Doctor Edward Bach, creador de los
remedios florales que llevan su mismo nombre “Flores de Bach” y precursor de
las terapias florales conocidas posteriormente, ya hablaba de la gran
importancia de esa necesidad de que personalidad y propósito del alma deben ir
de la mano para ser una persona equilibrada, feliz y sana.
Lo curioso es, que en
la autoescucha la gran dificultad reside en no cómo quiero vivir al año que
viene sino en cómo quiero estar aquí y ahora que además es la única realidad y
en donde realmente podemos actuar y ser plenamente conscientes y reconocernos y
por supuesto a los demás, porque en el presente es donde podemos encontrarnos.
Pero para reconocernos
tenemos que desaprender, para alcanzar esa honestidad de la que hablaba y por
tanto soltar muchas de las creencias que tenemos…
Ver qué queremos
requiere desaprender y sentir, es fundamental
también sentir, hay que ser conscientes de que todo está relacionado…
Además hay un factor decisivo que es la educación;
Carl Rogers, Psicólogo y Terapeuta que hizo grandes aportes a la educación y su
influencia en los niños afirmó que:
“El niño que se sabe
escuchado crece seguro de sí, mientras que el que no es escuchado deja un gran
espacio para el deseo del otro, que va cubriendo, tapando, desplazando y
ahogando progresivamente su propio deseo.”
Y así, vemos como, el niño
en su deseo de ser aceptado socialmente, reconocido y querido, desplaza su
propia realización personal, sus propias inquietudes, anhelos, aspiraciones,
entusiasmo…a las que la sociedad, la familia, le imponen, deja de seguir su
intuición y su guía interior, ,quedando así el niño o niña interior totalmente
ahogado y de adulto ya no recordamos quiénes somos, cuáles eran nuestros
deseos, aspiraciones, qué nos gustaba, nuestros talentos… porque acabamos adoptando
como nuestros los de otros, y en nuestra vida adulta esto nos puede producir
confusión, malestar, enfado, resentimientos, resignación e infelicidad y esa
sensación de vacío y de sentirnos a veces frustrados y perdidos y de que parece
que algo nos falta y que no se llena con lo que ganemos, compramos, nuestra
gran reputación laboral o social o con cosas que conseguimos de fuera de
nosotros. Y esto nos va a llevar
entonces en nuestro día a día a tomar
inconscientemente decisiones desde esas creencias y también desde el miedo que
está siempre impreso en nosotros y en nuestros actos ,con lo que no podemos
ni siquiera reconocer que no estamos siendo honestos con nosotros mismos si no
nos permitimos escucharnos.
Entonces, si queremos vivir con lo que realmente queremos, con nuestro
impulso del alma y buscar una nueva dirección en nuestra vida, tenemos que
cuestionarnos qué es lo que realmente queremos y dejar de ser “buenos niños” y
ser íntegros, de hecho podemos decir que la mayoría de las veces por no decir
casi todo el tiempo actuamos de forma inconsciente y bajo programas que
aprendimos, y que nuestra mente recrea constantemente…
Nuestro inconsciente nos
aparta continuamente de nuestra brújula interior, porque nos programa para el
cómo debemos vivir. Es un almacén repleto de ideas, de información sobre hechos
que ya hemos vivido, impulsos, miedos y actúa fielmente siguiendo programas de
lo que interpreta qué es lo que quieres, pero ojo, interpreta en base a
creencias, no a lo que queremos de verdad porque no tenemos el coraje de
ahondar en nosotros para redescubrirlo y así poder escuchar nuestra guía o Gps
interior. El inconsciente va a tender
por todos los medios a satisfacer las consignas q le son dadas sin plantearlas
ni ponerlas en duda, funciona mecánicamente y va a intentar dar una respuesta
directa aunque incluso vaya en contra de nuestro deseo consciente, es constante
y perseverante, de ahí su poder sobre nosotros porque contiene muchos paquetes
de información acerca de toda nuestra vida, ya que todo lo que hemos vivido ha
quedado registrado en él y según lo que aceptamos y aprendimos como válido,
seguirá recreándose como válido aunque la situación actual al estar en el
presente en realidad nunca la hayamos vivido y sea única. Por ello, si
queremos avanzar y cambiar realmente nuestra vida y redireccionarla, tenemos
que tomar consciencia de cuáles son nuestras programaciones y condicionamientos
para poder neutralizarlos y dar paso así a llevar una vida más fluida
utilizando cada vez con mayor frecuencia nuestra brújula interior
Y es que se necesita coraje el ir hacia dentro nuestro y escuchar que hay
allí, porque además esto requiere responsabilizarnos de nosotros mismos y nos
acostumbramos a vivir en una zona cómoda y de confort, que si bien no nos da la
felicidad, sí que nos proporciona una pseudofelicidad y además nos agarramos al
dicho de que “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer…
Además no podemos saber quién es el otro si no sabemos primero quiénes somos
nosotros, no podemos aceptar al otro ni al mundo si no nos aceptamos
primero a nosotros, no vamos a poder entender el camino de otros si andamos
perdido en el nuestro y para ello nos puede ayudar a conseguirlo nuestra
brújula interior.
SISTEMAS CONCRETOS QUE NOS PUEDEN AYUDAR A
CONTACTAR CON NUESTRA BRÚJULA O GUÍA INTERIOR
Quiero aclarar en primer
lugar, que es válido cualquier sistema con el que cada persona se sienta cómoda
y resuene con ella para lograr tomar contacto con su Guía Interior.
Yo os explicaré dos
métodos, que a mí me sirvieron de ayuda en un seminario que hice sobre ello hace
unos años en Objetivo fluir. Os
recomendaría que antes de poner en práctica estos métodos, es aconsejable el
hacer ejercicios de respiración consciente que nos ayuden a tomar contacto con
nuestro cuerpo y con nuestro interior, en silencio, o meditar un poco y que
acallen el ruido de nuestra mente para poder centrarnos en nuestra voz
interior, por lo menos hasta que nos acostumbremos a tomar contacto con
frecuencia con nuestra guía interior.
El primero podríamos denominarlo como “escucha tu corazón”; así, si tenemos que tomar una
decisión importante y a pesar de haber agotado todos los recursos externos como
obtener información de amigos, familia, expertos… seguimos atascados sin saber
qué hacer, ni qué decisión es la mejor para nosotros y tomarla, nos sentaremos
en un lugar cómodo, si puede ser solos, tranquilamente con esa decisión y
nombraremos en voz alta qué es lo que nos preocupa, cuáles son nuestros miedos
y preocupaciones acerca de ello y las nombraremos todas aunque pensemos que no
tiene mucho sentido lo que decimos para sacarlo así de nuestra mente y al
reconocerla, perderán la carga emocional e incluso podremos dejarlas ir,
también podemos escribirlas si nos resulta más cómodo; después pondremos
nuestra mano en el abdomen, que es una zona con terminaciones nerviosas que
actúan como pequeñas antenas receptoras de información que no podemos percibir
simplemente con nuestros 5 sentidos, y la otra en el corazón y preguntaremos en
voz alta ¿qué es lo mejor para mí en este momento y /o en esta situación? ¿qué
es lo que mi corazón y mi cuerpo me dicen? Y prestaremos mucha atención a esa
parte nuestra del abdomen para ver cómo reacciona, qué sentimos… y si estamos
entre dos opciones es importante observar cómo nos sentimos con una opción u
otra, si sentimos sensación dolorosa en el estómago o extraña o desagradable, o
si nos sentimos expansivos y bien con una opción y estresados, apagados o
contraídos con la otra…es importante no racionalizar lo que percibimos, sólo
dejarnos sentir porque si no la mente nos puede engañar y alejarnos de la mejor
decisión para nosotros.
Esto requiere práctica
y a lo mejor al principio no somos a pesar de ello capaces de tomar una
decisión o no sabemos todavía muy bien
conectarnos a nuestro cuerpo y sentir y es mejor dejarlo y volverlo a retomar
en un rato o al día siguiente, porque puede que inconscientemente una parte
nuestra esté aun bloqueando inconscientemente la respuesta boicoteándonos y así poco a poco iremos refinando nuestra
conexión con nuestra Brújula Interior;
También en estos casos
podemos estar abiertos a recibir durante el día o los próximos días esa información que deseamos a través de
señales o las llamadas “coincidencias” enviadas por nuestra Guía Interior, como
por ejemplo una canción que oímos de repente y que trata sobre lo que estamos
preguntando, una conversación que escuchamos en el trabajo o en la radio, una
página que se nos abre de un libro… y que aunque son señales externas son
enviadas por nuestra guía porque de forma consciente nos hemos permitido
abrirnos a ellas. Podemos ir practicando en un principio con cosas pequeñas del
día a día y simples, a veces lo simple es lo mejor y la mayor ayuda… y ver qué
ocurre como ¿qué es mejor para nuestros pies comprar un zapato con una
determinada forma u otra, cambiar de un color u otro una habitación, coger una
calle u otra para aparcar… que seguro que todos en un momento determinado ya lo
hemos hecho siguiendo esa intuición.
El otro Método es la Escritura Automática, que
es una forma de conectarnos directamente con nuestra guía interna si no ponemos
filtros y que como la anterior requiere también de práctica. Recordemos que
llevamos años sin usar nuestra Brújula y que a lo mejor en principio hay que ir
aprendiendo a tomar contacto con ella poco a poco. Para ello pensaremos en el
dilema que tengamos acerca de tomar una decisión y pediremos a nuestra Guía
Interna que nos guie en este asunto.
Cogeremos un papel y
escribiremos todo lo que nos venga a la cabeza sin juzgar ni analizar hasta que
no nos quede más por escribir; después leeremos lo que hemos escrito y
marcaremos con un círculo lo que sentimos que es la mejor opción, la que más resalte
para nosotros y nos haga sentir bien, confiando
y sin bloquear el fluir de esa energía que llega; después si vemos que hemos
rodeado varias, elegimos la que sea más relevante en el dilema que habíamos
planteado a nuestra guía interior y que podemos implantar en el momento
presente y pensaremos en qué acción o acciones podemos tomar en ese y en los
próximos días para implementar esa idea y observar todas las sincronicidades
que se irán fluidamente dando también para guiarnos en nuestro propósito.
Pasados unos días podemos volver de nuevo a este ejercicio y ver cómo se ha desarrollado la situación y
a dónde nos ha llevado.
Ambos métodos requieren
práctica, por lo que no debemos sentirnos frustrados o pensar que no podemos
hacerlo si al principio no conseguimos las expectativas que pongamos en ellas,
es mejor dejar que ocurra lo que tenga que ocurrir fluidamente conforme los
vamos poniendo en práctica, las expectativas vienen siempre de la mente y
nuestras creencias y conforme más los realicemos y nos dejemos fluir con ellos
cómodamente, y confiando, más fácil nos resultará conectar con nuestra Guía
Interior y más ayuda de nivel superior nos llegará para seguir el camino más
favorable para nosotros entre todas las opciones disponibles y sin desvirtuaciones,
se nos abrirán oportunidades para que nuestros actos estén en consonancia con
nuestro propósito porque la información provendrá de un nivel superior y
nuestra vida será más fluida y por tanto, más paz y felicidad atraeremos
también para nosotros y para l@s demás.
Buen fluir …
Recuerda, DESPIERTA!!! Toda
la Verdad está ya en tu interior, sólo tienes que redescubrirla, escucharla,
sigue tu Brújula Interior
Angélica Galeano
No hay comentarios:
Publicar un comentario