Somos muchos, más quizás de lo que pensaba, los
que buscamos la Verdad. Somos los que de algún modo nunca permanecimos dormidos
del todo o tal vez, los que nos cansamos de buscar la Verdad fuera porque nunca
nos llenaba ni nos convencía, los que decimos emprender un camino hacia el
interior de nosotros mismos y descubrir que la Verdad siempre había permanecido
ahí, callada, a la espera de una simple mirada hacia ella para que esta
comenzara a revelarse, pues estaba deseosa de hacerlo.
Yo considero que realmente el ser humano es un ser
espiritual viviendo una experiencia humana y no al revés, olvidamos que somos
espirituales y por tanto nos perdimos en el camino, y sólo si despertamos
podemos tomar consciencia de ello y volver a reencontrarnos con el niño o niña
que un día fuimos y que para él o ella la espiritualidad formaba casi parte intrínseca de su propio ser, no entendía de esta
palabra, pero vivía el instante con intensidad, tenía sueños, se entusiasmaba
por cada cosa que experimentaba y aprendía, se conocía muy bien y expresaba sus
emociones, cuando estaba alegre reía y cuando estaba triste lloraba sin
importar lo que otros pensaran, sólo se preocupaba de ser feliz,…
Quizás no conozca a demasiadas personas que en
verdad se hayan reencontrado de nuevo con su espiritualidad, pero sé que somos muchos
más de los que pensamos.
Desde niños algunos quizás nos desvinculamos menos
de esa naturaleza espiritual o nunca la abandonamos del todo y de hecho a muchos
de diferentes maneras el Universo nos lo ha ido recordando para que no
cayésemos en el sueño y nos
interesásemos por el alma humana y pudiésemos ser también los que llevásemos la
antorcha del recuerdo a otros y que así pudieran también despertar a este
recuerdo.
Somos muchos como decía a los que quizás nos
llaman locos, locos por estar despiertos, y es que quizás esa locura es la
única que nos mantiene cuerdos, pues es la que nos hace sentir que la lucha por
la que muchas veces hemos tenido que pasar tiene en verdad un propósito y bien
mayor aunque a veces en temporadas de tormentas fuésemos los únicos que nos
manteníamos con nuestra bandera en alza. Yo sigo creyendo en el Ser humano a
pesar de lo que el mundo ofrece; afortunadamente casi no veo televisión y soy
bastante selecta con lo que veo y los telediarios y ciertos programas con esas
noticias tan amenas y agradables llenas de Esperanza y Amor hace tiempo que las
obvié. Necesito creer que nuestra existencia tiene un propósito que se cumple
cada día, que los sueños de los que estamos locos son nuestra verdad que se
manifiesta cada día en formas de Amor que a lo mejor no llegamos ni a alcanzar
a saber ni entender, que se producen con ellas los milagros que el mundo
necesita reconocer, y si no creo en el ser humano nada de esto serviría….
Necesitamos más despiertos, más entusiastas, más
soñadores, más personas que persigan sus sueños y llenen de ese entusiasmo a
otros, que las personas miren el propósito mayor de cada acto para el beneficio
de todos en vez de mirar por sus propios intereses, que no nos detenga el miedo,
que sigamos siendo niños que investigan, que descubren, que se emocionan, que
lloran y ríen sin pudor ni temor, que piensan, que son libres, que se dedican a
hacer lo que les apasiona y lo comparten con el mundo como un regalo único que
sólo ellos pueden dar, que despiertan…
A veces a los locos se nos ataca o no gustamos,
somos molestos y de algún modo se nos intenta quitar del medio, pero para los
locos todo aquel que en algún momento intentó hacernos daño de algún modo o de
alguna manera, lo único que consiguió realmente es hacernos más fuertes, y
cuidado, pues cuando alguien quiere apagar la luz, se convierte en más
oscuridad y esta tarde o temprano acaba alcanzándole a él o a ella.
Sin embrago el loco, lo que hace con esto es
aprovecharlo como una oportunidad para poder sacar oscuridad que llevase
dentro, aquella que al estar en un mundo dual lleva también aunque esté
despierto; le hace llenarse de más luz y brillar.
El mayor de los misterios para mí se encuentra en
el conocimiento de uno mismo y el mayor milagro en el reencuentro con ese niño,
con la Verdad, con el Amor,… el volver a conectar con nuestro ser espiritual,
con nuestra esencia, desprogramarnos de quienes nos hicieron creer que somos,….DESPERTAR,
ese es el mayor milagro; la Verdad, el mayor misterio a esclarecer en estos
tiempos de cambio.
Necesitamos más faros de luz, más iluminadores del
camino y entusiastas, más pacificadores y repartidores de la luz, … te necesitamos a ti que lees esto y al
que no lo lee y quizás nunca lo leerá, al que olvidó quien era y al que por fin
lo recordó, necesitamos que el mundo ¡DESPIERTE!
Recuerda siempre que no estás solo, que poco a
poco encontramos en el camino a personas que despiertan con nosotros y que en
estos momentos nos vamos encontrando con mayor rapidez porque las personas
realmente buscan la luz porque es lo que son; son tiempos de reencontrarse con
el Amor, con la Luz, con lo que se olvidó,… no intentes apagar la luz de otro para hacer
brillar la tuya propia o crear más oscuridad, esa que si es la que manifiestas
o quieres para otro hará que caigas y te
consuma, sal del viejo paradigma que se cae a trozos, que ya no tiene energía
suficiente para mantener a la gente aborregada sin salida, que lucha en un
intento de mantenerse a través del miedo porque sabe que ya su tiempo terminó.
Sé libre, por favor ¡DESPIERTA!
Angélica G.
Angélica G.
Cansado de buscar la verdad, y de esperar a que algo cambie, muchos creemos que si, a veces parece que tu luchas por algo y otros tienen los resultados, esos que no se preocupan de nada, me imagino que debe de ser si. Un ABRAZO
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