El
2012 ha sido un año de muchos cambios en la vida de muchas personas y del
planeta mismo. Uno de los mayores cambios se ha producido en este último mes
debido a las grandes oleadas de frecuencias de luz que han llegado a nuestro
planeta y que han promovido un gran salto quántico en la expansión de la
consciencia y en la evolución de toda vida del planeta.
La
amplitud de consciencia nos permite ver la vida y la realidad que esta es de un
modo diferente, desde una percepción diferente, pudiendo comprender y entender
desde otro paradigma la vida misma como antes no éramos capaces de sentir ni
entender. Resuenan con nosotros cosas diferentes, empiezas a plantearte muchas
de las verdades impuestas por la sociedad y que hasta ahora creíste como
verdaderas porque no era posible salir de esa matrix en la que vivíamos. Empiezas
a sentirte merecedor de ser feliz y de todo lo que te propongas en tu vida
siguiendo tu propio destino empoderándote y siendo responsable de tus
propias creaciones y comienzas a vibrar en una energía diferente y más amorosa
por lo que mucho de lo que estaba vinculado a la matrix en la que vivías
comienza a desaparecer.
Hasta
ahora la realidad en la que vivíamos estaba firmemente anclada en lo que
llamamos tercera dimensión y desde ahí sólo podíamos vislumbrar pequeñas
sombras de nosotros mismos y de lo que estaba fuera. En ese sentido esto me
recuerda mucho al "Mito de la Caverna de Platón”, en la que la tercera
dimensión podría fácilmente ser esa cueva oscura en la que nos acostumbramos a
vivir y en la que sólo veíamos sombras de lo que estaba fuera porque además había
poca luz y nos habíamos acostumbrado a ella e incluso nos daba miedo salir
fuera para intentar ver algo más porque la luz nos cegaría.
En
esa cueva sólo podíamos percibir una cantidad muy pequeña de la realidad, un
10% , que fluctuaba entre las frecuencias superior al infra-rojo y por debajo
del ultra violeta, y por eso el cerebro sólo activó ese 10% de sus capacidades y
el 90% restante permaneció dormido esperando a recibir frecuencias más altas de
luz.
Lo
mismo ocurrió con nuestro ADN, ese en el que hasta ahora los científicos
tampoco podían ver para qué servía el 90
% restante y sólo consideraban como bueno o importante el 10% y el resto
basura. Simplemente la luz en la que estaban no les permitía tomar consciencia
de la importancia del resto, y nuestro ADN también permanecía en gran parte
dormido, pues así podía mantenerse en resonancia con la matrix de tercera
dimensión, ya que el despertar parte de este ADN dormido suponía acceder a
mayores frecuencias de luz y por tanto a dimensiones superiores.
Haré
referencia a un médico y científico del siglo XX, que es el doctor Hans Jenny.
Este
científico estudió las relaciones entre la materia y la energía, y construyó el
fundamento de una nueva ciencia a la que llamó Cimática. Tras 14 años de
estudios y experimentación le llevaron a
comprobar que el mayor o menor grado de complejidad molecular y evolutiva de un
ser depende de las frecuencias de energía que reciba su cuerpo. Una dimensión
es la amplitud determinada de frecuencias vibratorias, que producen en la
materia (cuerpo) un diseño particular de patrones biológicos. Cambia la
frecuencia y el cuerpo muta en forma correspondiente.
Pues
bien, nuestra tierra en el último año con mayor intensidad y como decía sobre
todo en este último mes ha sido bombardeada con frecuencias altísimas desde el
centro de la galaxia y sobre todo ha recibido también altas frecuencias de las
grandes explosiones solares que han tenido lugar y que se han registrado como
de las mayores de la historia. (La Tierra es muy vulnerable a las emisiones
electromagnéticas de las explosiones solares y cada once años recibe por
ejemplo gran cantidad de ellas, completa un ciclo y pulsa).
Las frecuencias de luz se producen como
pulsaciones y el ritmo de estas condiciona los ciclos. Acabamos de finalizar un
ciclo galáctico, y esto ha provocado que
al llegar energías electromagnéticas de alta frecuencia, las matrices de vida
cambien. Eso ha abierto el potencial para que se haya dado un cambio
dimensional en la tierra y de la que aun no siendo consciente de ello todo ser
de este planeta, sí que el proceso se ha dejado sentir en todos en mayor o menor medida removiendo en muchos parte de sus
vidas y poniendo patas arriba aspectos familiares, laborales, sociales,
movimientos económicos y un largo etcétera junto a trastornos físicos, pero
sobre todo y lo más importante, es que con la entrada de esta nueva dimensión, las frecuencias de luz han
sido lo suficientemente altas, como para que se haya dado un despertar y
expansión de consciencia y apertura de todo el potencial dormido en nuestro ADN
como antes exponía. Vibramos en una energía nueva de Amor y la información de
estas nuevas frecuencias ha llegado también a nuestras células mismas, cada uno
según a la frecuencia a la que pueda acceder de toda la que actualmente como
potencial está disponible. Esto no es mejor ni peor, pues cada uno tiene su
propio proceso en la evolución y así debe ser.
¿Cómo
ha afectado pues esto a nuestro ADN?
Estas altas frecuencias han activado y acelerado la vibración de nuestras células y
han reaccionado irradiando calor hacia los espacios vacíos que las rodean. Esto
despertó algunos códigos dormidos de nuestro ADN y activo también información
en el núcleo de las células, que da como resultado un cuerpo más sutil y
perfeccionado y también una expansión de la Consciencia. Se pasa a activar asi las
12 hebras o filamentos de ADN dormidos en nosotros, y que contiene mucha
información interdimensional escondida en ese “90% de basura” que los
científicos están empezando a descubrir y del que estoy convencida que habrá en
este siglo grandes avances, sobre todo ahora que la nueva dimensión abre como decía
el potencial, las puertas para comprender y tomar más consciencia de cosas
hasta entonces borrosas u ocultas y a las que no podíamos acceder.
Las
12 capas de ADN existen interdimensionalmente y cada una tiene dos atributos
principales que se equilibran. Como leí recientemente, “Activar las 12 hebras en espiral o capas del ADN es activar los 12
Centros de Energía que abren las puertas Dimensionales y los Códigos del Tiempo
que contiene el Cuerpo Humano”
Es
la revolución del gran cambio humano y un mayor acceso a la verdadera realidad
de quiénes somos y acercamiento a nuestra verdadera divinidad e identidad.
Angélica
http://expandiendo-consciencia.blogspot.com.es/
Angélica
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