Creo que es una buena reflexión para comenzar el Año y centrarnos en nosotros y en cuáles son esos proyectos y espacios que queremos empezar a crear y disfrutar, y cerrar aquellos que ya no resuenan con nosotros ni con nuestras vidas.
Hay que aprender a ir avanzando y dejar atrás aquello que nos ayudó a llegar donde estamos y a las personas, situaciones, lugares,... que compartieron atrás nuestro camino pero que ya no pueden seguir con nosotros, porque nosotros nos movimos y cambiamos, y con ello nuestro camino tomó un rumbo diferente en el que seguir cargando con todo ello, por miedo, por pena, porque nos acostumbramos a ello,... lo único que haría es entorpecer nuestro avance, nuestro movimiento, nuestro camino...
Mucho hemos ido avanzando en los últimos tiempos y es hora de encontrarnos con nosotros mismos y dejar atrás aquello que nos acompañó y nos ayudó a sobrevivir, a aprender, y bendecirlo porque gracias a ello estamos hoy en el lugar que estamos, pero no se puede avanzar sin soltar peso de la mochila del viejo equipaje que cargábamos pues sólo nos robará tiempo y energía e ilusión para comenzar algo realmente nuevo, incluso aun cuando no seamos capaces siquiera de vislumbrar aun qué puede ser, pero que está esperando a que avancemos un poquito más para que podamos verlo, para que podamos vernos,...
ue se van
clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya
no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes
pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qué, en
devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El
desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus
hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir
dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y
seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado.
Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que
soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes
tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no
quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir
recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar
documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie
juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que
dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el
presente…
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan,
no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién
eres tú… Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal"
para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente,
envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si
andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca
podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades
que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de
aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si
puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos.
Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino,
porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación,
en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días,
hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la
puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el
entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto,
nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no
está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una
persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú
viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre
vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el
adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y
cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para
adelante con tranquilidad.
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Somos Espejos Unos de Otros Sanar,Liberar y Continuar el Camino
Magnífico texto del gran Coelho, si señora.
ResponderEliminarQué decir!! no hace mucho, acepté que nada es para siempre.
Un abrazo!!