EXPANDIENDO LA CONSCIENCIA


EXPANDIENDO LA CONSCIENCIA

FLUYENDO EN EL SER… TU MENTE NO TE LLEVARÁ JAMÁS A LA VERDAD DE QUIEN ERES, DEJA QUE LA LUZ DE TU CORAZÓN TE MUESTRE AL SER Y REGRESA AL HOGAR, SERÁS LIBRE

jueves, 28 de marzo de 2013

CONSCIENCIA PRIMAVERAL





Con la llegada de la Primavera, tenemos de nuevo una oportunidad maravillosa para brillar y crecer, para renacer de nuevo en el reconocimiento interior y poder florecer y brillar con la energía renovada proveniente de los rayos de luz y del Sol del centro del Universo, de nuestro sol físico y de los provenientes de nosotr@s mism@s.

Es una oportunidad maravillosa para despertar a la realización de aquello que más nos guste, para hacer brillar nuestros dones, aquello que tenemos para ofrecer al mundo y que durante tanto tiempo puede que fuese lo que más buscábamos y que temimos cuando los descubrimos, es una oportunidad para expandirnos en consciencia, para hacer brillar al niño o niña que llevamos dentro, para que juegue y sonría con los rayos del sol del despertar y de la magia, hacer renacer en nosotr@s nuestra magia creativa, esa que hace brillar lo mejor de nosotr@s mism@s y que hace bailar al Universo cuando decidimos compartirlo, es la explosión del juego de colores vivos que renacen en nuestro interior cada vez que te reconoces como ser divino maravillos@ y únic@, cuando somos fiel a nosotr@s mism@s.







Es un comenzar en el Estar Presente en cada instante de nuestra vida, en saber agradecer y vivir plenamente cada segundo,  ser conscientes de que todo lo que se está dando en nuestra vida en cada presente, es lo que debe ser y saber apreciarlo y valorarlo porque está bien, porque es tu vida, es tu presente, es apreciar y maravillarte con todo lo que sientes, hueles, ves,… en cada ese instante presente porque es perfecto porque forma parte en ese momento de tu existencia, por eso es perfecto, porque tu misma existencia es perfecta, es un presente de disfrute y contemplación y aprendizaje en ese momento  sin juicio.







Es una oportunidad al renacer al silencio interior, ese que escucha tus pensamientos pero los deja ir sin entrar en ellos, ese renacer que te reencuentra con tu sol primaveral intenso interior,  ese que brilla en tu pecho y que inunda irradiando todo lo que hay a tu paso, ese que hace brillar también el sol que hay en el interior de otr@s, porque al ver el tuyo, les hace recordar el suyo y una chispita en su interior se enciende.

Es un renacer y florecer a comenzar el día con pensamientos de gratitud. En la primavera del alma hay mucha gratitud.

Es comenzar el día haciendo florecer a tu paso gratitud, es despertarte siendo consciente de que un nuevo día lleno de oportunidades para crecer y aprender comienza y sentirte profundamente complacid@ y agradecid@ por ello, es elegir comenzar el día con la certeza absoluta de que va a ser perfecto para ti y para el mundo, de que un poquito de magia creativa y de Amor va a florecer en el planeta maravilloso en el que vives. Es elegir levantarte con una sonrisa, respirando profundo y dando gracias a tu cuerpo por levantarte de la cama en vez de quejarte por tenerte que levantar, es apreciar y maravillarte con la vida bella que ha florecido y respira en tu camino del día.






Es poder ver en otr@s debajo de lo que simplemente se puede observar a simple golpe de ojo, la primavera que se esconde en ell@s, porque si eres capaz de verla, estas dando una oportunidad a que esa primavera empiece también a renacer en ell@s, a que ell@s puedan reconocerse y ser conscientes de que en su interior también ha germinado y florece la primavera.

La Primavera es una oportunidad para hacer renacer lo mejor de nosotr@s mism@s, para ser conscientes de todo lo bello, lleno de luz, de color, de magia, de belleza que hay en nosotr@s, reconocer lo divinos y maravillosos que somos y llevarlo al mundo; es también una oportunidad  para ver esto mismo en otr@s y que puedan  ser conscientes de la primavera renaciendo en ellos.

Feliz Consciencia Primaveral…

Angélica
http://expandiendo-consciencia.blogspot.com.es/ 

domingo, 24 de marzo de 2013

"YO, LIBRE: UN VIAJE AL INSTANTE PRESENTE" LA PELÍCULA




"Yo, libre: Un viaje al instante presente" es una película consciente que acompaña al espectador a mirar su vida y su forma de ver el mundo. Hemos olvidado algo que siempre hemos sabido y ahora es el único momento para recordarlo. De la mano de Sergi Torres y David del Rosario, surge esta invitación a reflexionar acerca de nosotros mismos y a darnos cuenta del inmenso potencial que ocultamos debajo de nuestras creencias.


Según David del Rosario: “Yo, libre: Un viaje al instante presente”nació, no como una idea lúcida ni un proyecto diseñado meticulosamente. Lo siento. Fue infinitamente más simple. Fue un encuentro de cinco vidas en el presente: Mariano Rico, David Morán, Lara Salvador, Sergi Torres y yo. Dónde el guión de la película se escribe así mismo instante tras instante con la única pretensión de compartir aquello que nada ni nadie puede arrebatarnos: el ahora.


(Más información: yolibrelapelicula.com
, Descarga en : https://vimeo.com/56899438)



Realmente me ha encantado,  espero que la disfrutéis y nos ayude a expandir un poquito más nuestra consciencia




 

viernes, 22 de marzo de 2013

AMIGOS DE UNA MANO






Durante mucho tiempo, quise no haber tenido que conocer a personas que se cruzaron en mi camino, sin embargo hoy puedo decir que siento una enorme gratitud por las personas que de un modo u otro tuvieron algún momento que compartir conmigo.

Ahora me doy cuenta, que gracias a todo lo que aprendí, me encuentro hoy en día donde estoy, no sé si de haber hecho distintas elecciones, y entre ellas de amistad, hubiera tenido que dar menos pasos y vueltas para aprender todo lo que debía aprender , quizás en vez de 100 hubieran sido 50 o quizás si hubiera elegido otras formas y personas para aprender hubieran tenido que ser 500. No importa, realmente siento enorme gratitud por las oportunidades de aprendizaje que me ofrecieron; algunas experiencias fueron bastante más gratificantes que otras, pero a veces también se aprende mucho del dolor y del sufrimiento.




Realmente las personas que pasan por nuestra vida, van dejando una parte de ellas en nosotros, unas me enseñaron lo que es la amistad de verdad, otras simplemente pasaron de manera fugaz pero intensa, otras me hicieron ponerme en mi sitio porque me enseñaron a no cederles lo que sólo a mí me pertenecía, pero lo que sí se es que cada una fue una pieza indispensable para formar un puzzle en el que yo formo parte.


Ahora valoro más a las personas con las que me relaciono, valoro los instantes que comparto con cada una de ellas como si no volviera a ver otro instante más, pues he aprendido que las personas en nuestra vida van y vienen, y que un día puedes conectar profundamente con alguien y mañana ya no volver a saber nada de ella o no querer compartir nada más con ella, pues lo que ambas tenían para compartir, para ofrecer, para enseñar y aprender, puede que ya se cumpliera.

No intento “poseer” a mis amigos, amistades, me gusta darles su espacio y libertad igual que quiero que respeten el mio, intento disfrutar de cada momento que paso con ellos, del presente, porque ese momento es único e irrepetible y agradezco que ese espacio de su vida quieran compartirlo conmigo al igual que yo con ellos; cada instante puede ser un momento mágico, una oportunidad única y entiendo que a lo mejor mañana esas personas ya no estén en mi vida, porque cada una evolucione por senderos diferentes y no ocupemos ya el mismo espacio, la misma energía o ya no conectemos en absoluto, pero siempre me quedaré con la gratitud de lo que aprendí y compartí. Las relaciones así son más sinceras, gratificantes y libres y me hace valorarlas más y dar gracias a la vida por ellas. Con ello también he aprendido la importancia de la Gratitud.

Soy de esas personas que pienso que amigos de verdad, ocupan sólo una mano, esos amigos del alma, que para los que creemos en las diferentes vidas, sabemos que siempre nos encontraremos y ocuparán nuestro corazón, aquellos que puedes estar sin verlos mucho tiempo y el encuentro ser tan maravillosos y amoroso como si los vieras todos los días, son aquellos que consideras realmente como tu familia aunque no sea por lazos de sangre, son aquellos con los que eres libre para ser tú mism@ y ellos contigo, son aquellos con los que el aprendizaje amoroso y el compartir dura toda la vida y no sólo pequeñas partes lineales de tiempo, son los que son auténticos contigo y agradeces esa autenticidad que los hace maravillosos y diferentes y ellos hacen lo mismo contigo, son con los que no hay juicio, no hay enfados, los malentendidos se solucionan con sonrisas y abrazos,… son con los que sientes que un mundo mejor es posible.

Yo hoy quiero agradecer todos los aprendizajes que he tenido a lo largo de mi vida de las personas que de un modo u otro compartieron mi camino, y lo siento por los que les tocó jugar el papel “feo”, con los que sufrí y lloré y de los que deseé no haber conocido y que tuvieron quizás la parte más difícil que enseñar. Les agradezco el “pacto de amistad” tan grande que había detrás de este juego como para ofrecerse a representar ese papel, y aunque fue necesario y prudente separar nuestros caminos, agradezco las oportunidades de aprendizaje.






Pero sobre todo hoy quiero mostrar mi gratitud, por aquellos otros que ocupan los dedos de mi mano, la derecha o la izquierda, por los que me ofrecen ese Amor verdadero de la Amistad, los que me hacen seguir creyendo en el Amor, en las buenas obras, en las personas, en lo bueno y maravilloso que hay detrás de cada persona y también porque a día de hoy puedo entender una frase que leí una vez del Dalai Lama de que para él “ todas las personas son amigos”, realmente de un modo u otro todos tienen algo que enseñar para tu propia evolución, realmente a muchos simplemente les tocó jugar el papel del enemigo para poder aprender cosas como la tolerancia o el control que de otro modo no serían posibles, quizás en esta vida pactó contigo un aprendizaje mutuo a través de la falta de respeto del uno con el otro, pero realmente son seres maravillosos como tú y como yo y como el otro y como la otra, aprendiendo en este mundo de luces y sombras en las que no vemos quiénes somos por el juego del olvido. Saben quiénes SON,….




Pasemos por las situaciones que pasemos y por las relaciones del tipo que sean, no debemos olvidar  ser amables,  pacientes y compasivos con nosotros mismos, pues a veces el perdonarnos y amarnos es la parte del aprendizaje más difícil.

Quiero terminar con una frase que me gusta tener en cuenta cada vez que alguien comparte de algún modo parte de mi camino, nunca sabemos lo importante que pueda llegar a ser un simple acto o una sonrisa para alguien (puede ser tan sólo un instante que se convierta para otro en un acto “extraordinario”)

 “Se amable cada vez que puedas. De hecho, siempre es posible.”  


domingo, 17 de marzo de 2013

" NO PUEDO CONOCER LO DESCONOCIDO SI ME AFERRO A LO CONOCIDO "





Centímetro a centímetro, palmo a palmo, el caballero escaló, con los dedos ensangrentados por tener que aferrarse a las afiladas rocas. Cuando ya casi había llegado a la cima, se encontró con un canto rodado que bloqueaba el camino. Como siempre, había una inscripción sobre él: 


“Aunque este Universo poseo, nada poseo,
pues no puedo conocer lo desconocido
si me aferro a lo conocido”.


El caballero se sentía demasiado exhausto para superar el último obstáculo. Parecía imposible descifrar la inscripción y estar colgado de la pared de la montaña al mismo tiempo, pero sabía que debía intentarlo.
Ardilla y Rebeca se sintieron tentadas de ayudarle, pero se contuvieron, pues sabían que a veces la ayuda puede debilitar a un ser humano.

El caballero inspiró profundamente, lo que le aclaró un poco la mente. Leyó la última parte de la inscripción en voz alta: “Pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido”.
El caballero reflexionó sobre algunas de las cosas “conocidas” a las que se había aferrado toda su vida. Estaba su identidad – quién creía que era y no era -. Estaban sus creencias – aquello que él pensaba que era verdad y lo que consideraba falso -. Y estaban sus juicios – las cosas que tenía por buenas y aquellas que consideraba malas -.

El caballero observó la roca y un pensamiento terrible cruzó por su mente: también conocía la roca a la cual se aferraba para seguir con su vida. ¿Quería decir la inscripción que debía soltarse y dejarse caer al abismo de lo desconocido?

- Lo has entendido, caballero – dijo Sam -. tienes que soltarte -.

- ¿Qué intentas hacer, matarnos a los dos? – gritó el caballero -.

- De hecho, ya estamos muriendo ahora mismo – dijo Sam -. Mírate. Estás tan delgado que podrías deslizarte por debajo de una puerta, y estás lleno de estrés y miedo -.

- No estoy tan asustado como antes – dijo el caballero.

- En ese caso, déjate ir y confía – dijo Sam.

- ¿Que confíe en quién? – replicó el caballero enfadado. Estaba harto de la filosofía de Sam -.

- No es quién – respondió Sam -. ¡No es quién sino en qué! -.

- ¿En qué? – preguntó el caballero.

- Sí – dijo Sam -. La vida, la fuerza, el universo, Dios, como quieras llamarlo -.
El caballero miró por encima de su hombro y vió el abismo aparentemente infinito que había debajo de él.

- Déjate ir – le susurró Sam con urgencia.


El caballero no parecía tener alternativa. Perdía fuerza con cada segundo que pasaba y la sangre brotaba por sus dedos allí donde se aferraba a la roca. Pensando que moriría, se dejó ir y se precipitó al abismo, a la profundidad infinita de sus recuerdos.

Recordó todas las cosas de su vida de las que había culpado a su madre, a su padre, a sus profesores, a su mujer, a su hijo, a sus amigos y a todos los demás. A medida que caía en el vacío, fué desprendiéndose de todos los juicios que había hecho contra ellos.
Fué cayendo cada vez más rápidamente, vertiginosamente, mientras su mente descendía hacia su corazón. Luego, por primera vez en su vida, contempló su vida con claridad, sin juzgar y sin acusarse. En ese instante, aceptó toda responsabilidad por su vida, por la influencia que la gente tenía sobre ella, y por los acontecimientos que le habían dado forma.

A partir de ese momento, fuera de sí mismo, nunca más culparía a nada ni a nadie de todos los errores y desgracias. El reconocimiento de que él era la causa, no el efecto, le dió una nueva sensación de poder. Ya no tenía miedo.

Le sobrevino una desconocida sensación de calma y algo muy extraño le sucedió:
¡Empezó a caer hacia arriba! ¡Sí!, parecía imposible, pero caía hacia arriba, surgiendo del abismo! Al mismo tiempo, se seguía sintiendo conectado con lo más profundo de él, con el centro de la Tierra. Continuó cayendo hacia arriba, sabiendo que estaba unido al cielo y a la Tierra.

Repentinamente, dejó de caer y se encontró de pie en la cima de la montaña y comprendió el significado de la inscripción de la roca. Había soltado todo aquello que había temido y todo aquello que había sabido y poseído. Su Voluntad de abarcar lo desconocido lo había liberado. Ahora el universo era suyo, para ser experimentado y disfrutado.

El caballero permaneció en la cima, respirando profundamente y le sobrevino una sobrecogedora sensación de bienestar. Se sintió mareado por el encantamiento de ver, oír y sentir el universo que lo rodeaba. Antes, el temor a lo desconocido había entumecido sus sentidos, pero ahora podía experimentar todo con una claridad sorprendente. La calidez del sol del atardecer, la melodía de la breve brisa de la montaña y la belleza de las formas y los colores de la naturaleza que pintaban el paisaje, causaron un placer indescriptible al caballero. Su corazón rebosaba de amor: por sí mismo, por Julieta y Cristóbal, por Merlín, por Ardilla y por Rebeca, por la vida y por todo el maravilloso mundo.

Rebeca y Ardilla observaron al caballero ponerse de rodillas con lágrimas de gratitud surgiendo de sus ojos.

- “Casi muero por todas las lágrimas que derramé”, pensó. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas, por su barba y por su peto. Como provenían de su corazón, estaban extraordinariamente calientes, de manera que no tardaron en derretir lo que quedaba de su armadura -.

El caballero lloraba de alegría. No volvería a ponerse la armadura y cabalgar en todas direcciones nunca más. Nunca más vería la gente el brillo reflejo del acero, pensando que el sol estaba saliendo por el Norte o poniéndose por el Este.
Sonrió a través de sus lágrimas, ajeno a que una nueva y radiante luz irradiaba de él; una luz mucho más brillante y hermosa que la de su armadura, una luz destellante como un arroyo, resplandeciente como la luna, deslumbrante como el sol.
Porque ahora el caballero era el arroyo. Era la luna. Era el sol. Podía ser todas estas cosas a la vez y más. Porque era Uno con el universo.
Era Amor.

( "El Caballero de la Armadura Oxidada "cap. 7, de Robert Fisher" )


Realmente, creo que se pueden extraer muchas enseñanzas de este pasaje; A veces en la vida, pasamos por circunstancias y momentos en los que todo parece desmoronarse a nuestro alrededor, parece que ya no conectamos con nada y culpamos a los demás de nuestras desdichas, no vemos las oportunidades que el Universo nos está regalando y por miedo seguimos aferrándonos a nuestro antigüo equipaje, a nuestra armadura que nos acompañó y defendió y protegió durante tanto tiempo, pero es necesario soltarse y cofiar, confiar en nuestro propio proceso, en el Universo, en la Fuente,... pues sólo así nos descubrimos a nosotros mismos, obtenemos nuestra propia libertad y recuperamos nuestro poder, ese basado en el ser un@mism@, en la Confianza y en el Amor, realmente ésto es más fuerte y brillante que cualquier armadura que hayamos construido,...

Angélica
http://expandiendo-consciencia.blogspot.com.es/ 


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