EXPANDIENDO LA CONSCIENCIA


EXPANDIENDO LA CONSCIENCIA

FLUYENDO EN EL SER… TU MENTE NO TE LLEVARÁ JAMÁS A LA VERDAD DE QUIEN ERES, DEJA QUE LA LUZ DE TU CORAZÓN TE MUESTRE AL SER Y REGRESA AL HOGAR, SERÁS LIBRE

domingo, 10 de febrero de 2013

REFLEXIONES SOBRE "LA MALDAD", EL ALMA Y LA EXISTENCIA



Todo está en continuo movimiento, todo se mueve, todo se expande, el Universo entero está en continuo movimiento y evolución; el movimiento lleva al cambio y a la evolución y el Universo continuamente se expande y evoluciona en grados y con ello los seres que lo habitamos.

Todo es Energía en movimiento y en expansión. La materia misma no es sino energía en un punto de alta densidad.



En un principio todo era Uno, todo era Energía Divina pura y amorosa, todo era la Fuente misma; en este estado, aquí no existía la dualidad, pues todo era energía pura y perfecta. Pero desde este punto, no hay movimiento y evolución posible, pues Todo lo que Es ya Es y lo que Es no sabe tampoco cómo llegar a ser lo que es desde la oscuridad de la ignorancia de la esencia divina de saber que Es lo que Es.

Entonces, la Fuente quiso experimentarse a sí misma, a través de su creación, a través del recorrido desde la oscuridad de no saber quién es hacia sí misma que es la verdad.

Parte de su creación llegó así voluntariamente a este mundo, para experimentar, para experimentarse a sí misma la fuente a través de su creación, y a experimentar a su vez el alma aquello que fuese necesario para su aprendizaje y evolución, para que al terminar  su recorrido volviera al reconocimiento de quién es y a la verdad de la Unidad en la Fuente de toda existencia, y volver de nuevo al origen del Ser quien Es. De este modo el Universo y la creación misma no permanecerían paralizada, pues podía haber evolución en todas sus manifestaciones a lo largo del Universo y la creación posibles. Cuando una parte de la creación evolucionara, todo se vería afectado del mismo modo y llamado a la vez a la continua evolución. De modo que siempre habría así movimiento, evolución y expansión.



Desde este punto, el alma era necesaria como un instrumento maravilloso necesario para poder vivir en la dualidad, como un recipiente en el que vida tras vida, se pudiera ir llenando de todas las enseñanzas y aprendizajes y experiencias necesarias para llegar al final del recorrido del reconocimiento de la verdad de la Unidad y el Amor que Es.

En esta dualidad, debía de partir de la oscuridad entendida como el olvido de saber quién es; en este punto de partida, el alma empezaría a pasar vida tras vida aprendiendo  y evolucionando, y en esta evolución, muchos aprendizajes pasarían por experiencias o acciones, que calificamos quizás de “malas, oscuras o no buenas” y para aquellos vinculados a doctrinas religiosas, de pecado. Sin embargo el pecado no existe, es una creación nuestra.



Todo es un aprendizaje y un experimentarse la Fuente que somos todos, a través del alma y su evolución, por lo tanto nada es pecado, todo es experiencia, no puede haber pecado en lo que realmente es evolución y pasar de la ignorancia de la separación a la verdad de la Unidad de lo que Es. La Fuente no puede pecar porque sería ir en contra de ella y ella lo que hace es experimentarse a sí misma, no ir en contra de la perfección de lo que Es. Por eso tampoco nosotros podemos pecar.

Lo que es o no pecado, es creación nuestra, del hombre y de la mayoría de las religiones que también son creadas por nosotros, con  lo cual ninguna será realmente verdadera ni realmente falsa, sino creada y resonará esta creación más o menos con cada uno. Cuando la persona se dá cuenta de esto y toma consciencia de todo ello,  generalmente deja de sentirse  vinculado con una religión, pues se da cuenta de que todo realmente es mentira porque es fruto de nuestras propias creencias y miedos las que las crearon, y que siguen recreando esos miedos a través de doctrinas y dogmas o estableciendo lo que es pecado, y con ello la manipulación del hombre y de la verdad, de la divinidad que somos, y de la no necesidad de intermediarios para conectarnos con la fuente, porque una parte de esa fuente está  en nuestro interior, pues somos la fuente misma, seres divinos y muy amados como tal por ello desde nuestro propio nacimiento. Somos valientes, libres para aprender, experimentar y evolucionar y nadie nos castigará y juzgará con maldad por ello.

El pecado por tanto no existe, es una gran mentira, y cuando la persona evoluciona y toma consciencia de su propia naturaleza, de forma natural sus actos se dirigen hacia eso que siente y sabe que es que no es otra cosa que Amor, y de forma natural así sus actos se dirigen hacia el Amor que todo es, y no cabe ya la noción del llamado pecado. De igual modo, ves al otro como una parte necesaria del Todo, tomas consciencia de quién es y de la importancia de su parte en el todo y los juicios desaparecen de igual modo. Desaparece el juicio hacia uno mismo y hacia los demás y entiendes que el otro no está separado de ti, y que todo aquel que comparte en algún momento tu camino es un maestro y aprendiz al igual que tú.  

La fuente por tanto, está dentro de cada uno de nosotros experimentando y sintiendo lo que de otro modo sería imposible, lo hace a través de nuestra experiencia en la dualidad.

Todos por tanto tenemos lo que llamamos la chispa divina en nuestro interior, todos somos dioses y parte del TODO, todos tenemos esa esencia divina, que nos susurra.




Cuando tomamos consciencia de ello, podemos empezar a tomar contacto conscientemente con esa parte real  nuestra que es además nuestra verdadera esencia. Nos guía muchas veces a través de lo que llamamos la intuición, es cuando nos centramos en el silencio interior, cuando tomamos contacto con nosotros mismos y nuestra verdadera identidad, cuando comenzamos a escucharla y nuestra vida comienza a ser más fluida y guiada hacia nuestro verdadero propósito de estar aquí. Es cuando empezamos a sanarnos, a sanar nuestras relaciones, nuestras emociones, nuestra vida, cuando empezamos a tomar contacto de nuevo con nuestro niño o niña interior, cuando recordamos el soñar, el imaginar y empezamos realmente a crear lo que vinimos a crear en el mundo; empezamos a saber quiénes somos y comienza nuestro retorno a lo que Es y ello conlleva también una enorme felicidad y Paz interior, pues en la oscuridad esto puede parecer que es así, puede hacernos sentir que somos felices, pero no es más que un sueño ilusorio, una mentira, un vivir en la matrix. A esto muchas religiones o movimientos espirituales lo llaman despertar, pero esto realmente es algo inherente a todo ser humano por el hecho de serlo y llegar a reencontrarse con la verdad de lo que Es, no tiene nada que ver con la religión ni con pertenecer a un grupo espiritual, es ser la divinidad simplemente que uno es. Es recordar y conectar con la chispa que todos llevamos dentro.

El alma por tanto, es también una creación necesaria para vivir en este mundo, en la dualidad, pero igualmente es una creación, no es real, la única realidad es ser quien uno es y el Alma no es lo que Es, es una creación. Cuando nuestro aprendizaje termina y volvemos a la Unidad de Ser quienes Somos, el alma no tiene razón de ser, en ese estado no puede permanecer.

De igual modo, podemos decir que la maldad como tal entonces no tiene origen, es una creación de este mundo, es una creación en el juego de la dualidad. Sólo puede existir del modo que nosotros la creamos y la recreamos, pero no tiene existencia propia como tal, al igual que el miedo. Es un estado ilusorio creado para el reencuentro con la verdadera  esencia, que sirve para la expansión, para la evolución, para el aprendizaje del alma y de la experimentación de la fuente en sí misma.       

Todo lo que creamos, sea con nuestra mente , con nuestros actos, con nuestra palabra,… tiene energía, y podemos así crear energía densa, de vibración baja y que se manifieste en lo que denominamos maldad. Pero esta sólo existe si queremos, si la creamos y creemos en ella. Es una creación nuestra, que está bajo nuestro control, no ella sobre nosotros. Por lo tanto en su origen, no existe.


Llegados a este punto, la persona entonces puede revelarse en saber que su identidad como tal es mentira, es engañosa, pues no existimos como tal, somos personajes de un plan mayor de experimentación y expansión, pero no existimos en sí como tales , no existe tampoco el pecado como tal, y podemos crear lo que queramos, incluso maldad, porque siempre habrá la espera de volver al origen. Somos divinos y somos bellos y somos creadores, al igual que la Fuente.

Dentro nuestro está la esencia divina, la partícula que es la que inspira nuestra alma hacia el Amor y la Bondad y que hace que seamos conscientes y entendamos que somos TODO UNO.

Realmente no tenemos identidad propia o separada como tal. No existe el pecado, todo es creencias y mentira.

En ese preciso momento, cuando realmente sientes esto y tomas consciencia internamente y de forma real y expandida de ello, es cuando realmente tienes el poder de la libre elección, aceptas quién eres en verdad y decides comenzar el camino hacia tu maestría interior o te revelas en el saber de la mentira de esta realidad.

Esto me recuerda a la figura en las religiones de Lucifer, aquel que viendo que era hermoso y que era como Dios, no quiso aceptar la verdad de ser una parte de la Fuente, del Todo y que según las religiones, eligió la separación y el crear sus propias manifestaciones de densidad y unirse a otros seres de maldad a los que someter y permanecer en la dualidad y en la oscuridad.

Y por otro lado Buda, que llegando a la misma conclusión de ser parte del Todo y alcanzar la iluminación o conocimiento de saber quién era y de todo lo que Es, decidió abandonar todo e incluso a su familia, (hecho muy juzgado por muchos), y vivir plenamente desde esa consciencia.

Depende de cada uno  cuando su evolución le permite ver la realidad de quién es, aceptarlo  y la verdad de ser parte de un todo y de TODO lo Que Es, o no, pues como hemos dicho, somos libres (el llamado libre albedrío) para decidir y elegir, pues nada está mal en nuestra evolución, porque es eso, evolución y experimentación, y cuando sea el momento oportuno, el alma estará preparada para reconocer la verdad de nuestra verdadera naturaleza y querrá volver a esta verdad de Ser Quien es, al Yo Soy Quien Yo Soy.






Angélica. 

6 comentarios:

  1. Todo en este mundo es una empecieron falsa, pues somos una creación de Dios, lo único que tenemos que hacer es descubrir la esencia que somos, y todo se desvanecera.Un ABRAZO

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    1. Hola YoSueño, sí, ciertamente así de sencillo y maravilloso.
      Un abrazo :)

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  2. Magnífico blog, felicidades. Te invito al mío por si te es de ayuda en tu crecimiento personal:

    http://frasesdedios.blogspot.com.es/

    Un abrazo de luz.

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  3. Muchas gracias Ana;he visto el tuyo y es magnífico, una forma muy cercana de acercar a Dios a "todos" y todos los campos de la vida, necesario para estos tiempos en los que hay tanta búsqueda y a veces pocas respuestas.
    Me he hecho seguidora de tu blog, así que ya iré visitando ese espacio que has creado.
    Un abrazo

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